Las celebraciones de Año Nuevo han llegado a Asia, donde han celebrado con fuegos artificiales la entrada del 2016.
En Japón, la gente se reunió en los alrededores de la Torre de Tokio y lanzó globos morados para despedir al 2015 y esperar que 2016, que será el Año del Mono, pinte mucho mejor.
Asimismo, el templo budista de Meiji lució lleno; la tradición dicta que 108 campanas se escuchen para erradicar los pecados y para pedir salud, dinero o cualquier cosa que se necesite.
En este país, las personas comen fideos, que simbolizan longevidad.
Tokio estuvo bajo alerta por motivos de seguridad; anuncios pedían a la gente estar alerta para detectar paquetes y actividades sospechosas.
En Corea del Sur, el inicio de año de animó con ceremonias de campanas, fuegos artificlaes y actuaciones musicales.
Refugiados de Norcorea se dieron cita en una población cercana a Corea del Norte y desearon una unificación coreana pacífica.
En su mensaje de Año Nuevo, la presidenta surcoreana Park Geun-hye, volvió a destacar que su gobierno está abierto al diálogo con su vecino, pero responderá con determinación a cualquier provocación de Pyongyang.
Se espera que Corea del Norte celebre la entrada de 2016 con un discurso de su líder, Kim Jong Un.
En Kuala Lumpur, la ciudad más grande de Malasia, se reforzó la seguridad. Los fuegos arificiales estremecieron el cielo para dar la bienvenida al 2016.
Las autoridades malasias han detenido a más de 150 sospechosos vinculados al grupo extremista Estado Islámico en los dos últimos años, algunos de los cuales estaban supuestamente elaborando planes para atentar en zonas estratégicas de Kuala Lumpur. En septiembre, la embajada de Estados Unidos advirtió sobre una potencial amenaza terrorista en una popular calle de vendedores ambulantes de la ciudad y en sus alrededores.
Actuaciones y pirotecnia hicieron vibrar las inmediaciones de la Ciudad Prohibida.
Una gala, transmitida por televisión, se realizó en el Estadio Nacional, conocido también como Nido de Pájaro.
Por razones de seguridad, Shanghai cerró el metro cerca del paseo Bund, debido a la estampida del pasado Fin de Año, en la que fallecieron 36 personas y que empañó la imagen de la metrópoli más próspera y moderna de China.
Las zonas de compras y bares de Beijing están bajo una alerta de seguridad que comenzó antes de la Navidad y que hace que policías armados hagan guardia en las zonas comerciales más populares. La policía suele emitir este tipo de avisos durante feriados para asegurar la seguridad.
En Bangkok los juerguistas festejaron flanqueados por la policía en el lugar donde hace unos meses estalló una bomba.
jlcg