La polémica fuga la madrugada del domingo de tres condenados a prisión perpetua en una cárcel de máxima seguridad por un triple asesinato en 2008 provocó ayer un cruce de acusaciones entre el gobierno de la provincia de Buenos Aires y la oposición, mientras siguen las investigaciones.

El gobierno argentino pidió ayer la captura internacional de tres narcotraficantes homicidas, que desde la cárcel habían hecho denuncias que influyeron en la derrota del ex jefe de gabinete de la ex presidenta Cristina Kirchner (2007-2015) en las últimas elecciones, Aníbal Fernández.

Los hermanos Cristian (40 años) y Martín Lanatta (41) y Víctor Schillaci (33) se fugaron el domingo de la cárcel de General Alvear, a 240 km. al oeste de Buenos Aires. Estaban condenados a prisión perpetua por un conmocionante triple crimen en 2008 vinculado al tráfico de efredrina a México.

Los tres salieron por la puerta principal de la prisión tras reducir a varios funcionarios haciendo uso de una pistola de madera y salieron en una camioneta, sin obstáculos, por lo que no se descarta que pudieran haber sido ayudados por el personal penitenciario.

La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, donde ocurrió la fuga, descabezó el servicio penitenciario y deslindó responsabilidades.

El gobierno no descartó que el narcotráfico pudiera haber financiado la escandalosa fuga, a la vez que denunció “complicidad” del Servicio Penitenciario Bonaerense en un caso que sacude a la política.

Martín Lanatta había causado impacto en agosto cuando dijo al periodista Jorge Lanata, que lo entrevistó dentro del penal para el programa de televisión PPT, que Aníbal Fernández, entonces jefe del gabinete de Kirchner y además candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, estaba vinculado a aquel triple crimen.

Fernández lo negó y contratacó en la justicia pero perdió las elecciones ante la candidata macrista (derecha liberal) Vidal. Sondeos revelaron que parte del electorado dio crédito a la acusación.

En aquel momento, el abogado de Lanatta, Roberto Casorla, dijo que su defendido “mentía” y que lo hacía “para recibir algún beneficio”.

“En 18 días parece que [los del gobierno] le pagaron a todos los que colaboraron con la campaña” de Macri, dijo Fernández ayer a la radio. “Ahora sabemos cuál era el precio real que había acordado Lanatta por hacer su denuncia falsa contra Aníbal Fernández”, dijo la legisladora kirchnerista Gabriela Cerrutti.

El caso es el primer escándalo político para el nuevo presidente Mauricio Macri.

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