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Miles de agentes de las fuerzas del orden y militares fueron desplegados en la capital italiana en el marco de las fiestas decembrinas, que coinciden con el inicio del Jubileo de la Misericordia convocado por el Papa Francisco.
El jefe de la policía capitalina, Nico D'Angelo, presidió una reunión técnica para ilustrar la ordenanza con las medidas especiales en ocasión de las fiestas de fin de año, dijo un comunicado oficial.
Confirmó que, en particular, la vigilancia fue reforzada en la Plaza de San Pedro, donde el pontífice encabezará las celebraciones navideñas y de fin de año.
“Las fuerzas del orden harán el máximo esfuerzo para permitir que las festividades natalicias y las importantes fiestas religiosas se desarrollen con la más completa seguridad y serenidad” , indicó en el comunicado.
El prefecto (responsable de la seguridad) de Roma, Franco Gabrielli, confirmó que unos dos mil efectivos, entre agentes de las diversas policías y militares, también fueron desplegados en la llamada Ciudad Eterna.
El plan especial de seguridad, sin embargo, entró en funcionamiento el pasado 8 de diciembre, cuando el Papa inauguró el Jubileo de la Misericordia, que concluirá el 20 de noviembre de 2016.
Además de la Plaza de San Pedro, los lugares puestos bajo vigilancia especial son el aeropuerto Leonardo da Vinci y los principales monumentos de la ciudad, como el Coliseo, el Panteón o la Fontana di Trevi, además de las zonas donde se concentra la vida nocturna.
En especial, en la Plaza de San Pedro fueron instalados más detectores de metales por los que deben pasar quienes pretenden visitarla.
Asimismo, fueron puestos bajo vigilancia especial el estadio Olímpico, las estaciones ferroviarias y las vías utilizadas por los peregrinos para arribar a Roma.
Gabrielli anunció que del plan de seguridad forma parte un dispositivo contra drones o vehículos aéreos sin piloto y no excluyó que puedan ser derribadas aeronaves sospechosas.
Las medidas especiales fueron anunciadas poco después de los atentados del pasado 13 de noviembre en París, Francia, que causaron 130 muertos y más de 300 heridos.
“La batalla contra el terrorismo no se gana o se pierde por la presencia en la calle de agentes en uniforme o militares que vigilan, sino por el sistema de seguridad en su conjunto en el que la actividad no visible es la principal” , señaló el prefecto.
lsm
