Un juez de la Corte Suprema de Justicia de Panamá declaró hoy "en rebeldía" al expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014) por no presentarse a una audiencia a la que estaba citado por un caso de supuestas escuchas ilegales, y el fiscal pedirá al máximo tribunal que autorice su detención.
Martinelli "es declarado en rebeldía en este acto de audiencia", afirmó el magistrado Jerónimo Mejía, quien se declaró incompetente para decretar su detención.
El pleno de la Corte Suprema de Justicia de Panamá, indicó Mejía, es el único que puede ordenar la captura contra el exmandatario, que en la actualidad vive en Miami (EU) y está acusado de haber intervenido ilegalmente las comunicaciones a más de 150 personas.
"Voy a presentar esta tarde la solicitud (de detención) ante el pleno de la Corte", anunció el magistrado fiscal Harry Díaz en una televisión local.
El fiscal acusa al exmandatario de aprobar la interceptación de las comunicaciones a más de 150 personas, entre periodistas, opositores y empresarios, y solicita para él 21 años de cárcel por los delitos contra la inviolabilidad del secreto y el derecho a la intimidad, y el delito contra la administración pública.
La defensa del exgobernante intentó que se declarara nulo el proceso alegando que Martinelli no había sido notificado en persona de la citación judicial, pero el juez desestimó el argumento y concluyó que el Sistema Penal Acusatorio permite cualquier tipo de comunicación, incluido el teléfono, el fax o el correo electrónico.
"Este juez de garantías encuentra que el señor Martinelli está debidamente notificado e incumplió su deber de comparecer", declaró Mejía.
El exgobernante, por ser diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), tiene que ser procesado por el Sistema Penal Acusatorio, que se está terminando de implementar en el país y que presume de ser más rápido y participativo, y de respetar los derechos y las garantías de las víctimas y de los acusados.
"El equipo de defensa va a agotar todos los recursos legales" para refutar la decisión del juez, sostuvo Carlos Carrillo, que forma parte del extenso equipo de abogados del expresidente.
Añadió que no van "a hacer un debate en los medios de comunicación, sino jurídicamente".
"Hemos sido testigos una vez más de una aberración (...) Hoy tiembla la Justicia panameña, hoy vemos la mano del Ejecutivo metida en el Órgano Judicial y todo esto tiene un nombre y se llama Juan Carlos Varela", declaró otra abogada de Martinelli y dirigente del partido opositor Cambio Democrático (CD), Alma Cortés.
Medio centenar de simpatizantes de esta formación política se agolparon desde primera hora de la mañana a las puertas de la Corte con banderas y pancartas, al grito de "¡Justicia sí, venganza no", "Libertad para los presos políticos" y "Ricardo, amigo, el pueblo está contigo".
Martinelli, que abandonó el país el pasado 28 de enero, el mismo día que la Corte Suprema aceptó la primera causa penal en su contra, defiende que es víctima de una persecución política, una tesis que su esposa invocó con vehemencia este viernes.
La ex primera dama Marta Linares, que salió de la audiencia compungida y llorosa, le recomendó a su marido seguir en el extranjero y no presentarse ante la Justicia panameña para no convertirse en el "trofeo" del Gobierno actual.
"Yo no le recomiendo a nadie venir a este país porque no se respetan las leyes (...) Para que sea un trofeo de este Gobierno, no debe venir", dijo Linares.
Además de los pinchazos ilegales, el exmandatario tiene otras cinco causas pendientes por corrupción y la mayor parte de su Gabinete se encuentra procesado.
En la actualidad se encuentran en prisión preventiva cuatro exministros y otros cinco tienen prohibido salir del país. También están acusados una veintena de ex altos cargos y una docena de empresarios. EFE