La oposición venezolana está determinada a usar su nueva mayoría parlamentaria para aprobar una ley que abra las celdas de quienes considera presos políticos, aunque para ello deba pasar por encima del presidente Nicolás Maduro.

"La Ley de Amnistía va", sentenció la diputada electa, Delsa Solórzano, líder del equipo que redacta la ley que será presentada en el nuevo hemiciclo en enero.

El debate para aprobar una Ley de Amnistía promete ser tirante. La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ganó las elecciones parlamentarias del domingo con la promesa de beneficiar a más de cuatro mil 700 personas, procesadas o condenadas, como Leopoldo López, sindicalistas y manifestantes.

Pero incluso antes de divulgado el borrador, Maduro prometió que vetará la norma.

"La ley establece que el Presidente de la República podría no estar de acuerdo e, incluso, devolverla a la Asamblea y, en ese caso, la Asamblea Nacional la aprobaría igualmente", dijo la abogada Solórzano a Reuters, anticipándose a una nueva serie de desencuentros.

Sorprendiendo a propios y extraños, la oposición ganó dos tercios de los asientos del parlamento, desbaratando la hegemonía que mantuvo el chavismo por 16 años y asegurándose más curules de los necesarios para aprobar leyes ordinarias.

La administración de Maduro todavía podría apelar al Tribunal Supremo de Justicia para desacreditar la ley por inconstitucional, lo que analistas auguran como el inicio de un choque de poderes que mellaría la gobernabilidad.

"Me podrán enviar mil leyes, pero los asesinos del pueblo, tienen que ser juzgados y tienen que pagar", dijo Maduro esta semana. El presidente alega, a la usanza de su predecesor Hugo Chávez, que en su país no hay presos políticos, sino políticos presos.

"Vamos a ver si es verdad que el presidente decide, porque le da la gana no acatar una ley que con base en la Constitución y que ha promulgado la Asamblea Nacional recién electa", le respondió, desafiante, Henry Ramos, diputado opositor.

El fallecido Chávez creó un precedente cuando decretó en 2007 una amnistía buscando pasar la página tras feroces protestas que, en 2002, condujeron a su breve derrocamiento.

Una amnistía elimina el delito, y por lo tanto, la pena.

En esta ocasión, Solórzano explicó que la MUD tiene la ley ya redactada y que sólo afinan los detalles en espera del nuevo período legislativo.

El líder opositor López y otros políticos purgan condenas o tienen procesos abiertos acusados de encender las protestas que dejaron más de 40 muertos a principios de 2014.

Defensores de derechos humanos, gobiernos de la región y su adversario ideológico, Estados Unidos, han solicitado al mandatario que reconsidere su posición. Pero él ha contestado con un rotundo "no".

"Nuestra gente ha votado por esto. Ojalá que el Gobierno sepa leer eso y pudiéramos aprobar la Ley de Amnistía por unanimidad. Eso sería un reconocimiento a la voluntad de unidad que tiene el pueblo de Venezuela", concluyó Solórzano.

ahd

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