Una brutal pelea en una cárcel de Guatemala dejó al menos 17 muertos, siete de ellos decapitados, informaron ayer las autoridades, lo que convierte a 2015 en el año más violento en las prisiones del país centroamericano desde que se tiene registro.
Cientos de agentes retomaron el lunes hasta la tarde el control de la Granja Penal Canadá, en el departamento de Escuintla, 65 kilómetros al sur de la capital, después de que en la tarde del domingo una disputa entre los reos desató la violenta reyerta.
“No se actuó de manera inmediata para evitar confrontación entre reos y policías”, dijo Elmer Sosa, viceministro de Gobernación, quien detalló que uno de los fallecidos fue por arma de fuego y el resto por arma blanca. Las autoridades sacaban los cuerpos en bolsas plásticas negras para llevarlos a la morgue mientras a las afueras del recinto familiares de los presidiarios se aglomeraban buscando información, algunos llorando en estado de conmoción.
Elsa Rodríguez, madre de Estuardo Gregorio Rodríguez de 23 años, uno de los reos fallecidos, declaró que identificó a su hijo por medio de una fotografía que un empleado funerario le mostró. La ocupación de la cárcel ronda los 3 mil 100 pese a que fue diseñada para albergar 600 personas.
Posterior al altercado, las autoridades encontraron un arma de fuego, un puñado de balas, varias armas punzocortantes como puñales y numerosas hojillas, además de marihuana, celulares, informaron las autoridades. “Descartamos que haya guardias entre los muertos y tenemos información que todos los muertos son reos. La causa fue una riña entre ellos aunque se sigue investigando”, dijo Rudy Esquivel, vocero del Sistema Penitenciario.
Este incidente eleva a 39 los presos muertos en lo que va de año en las atestadas cárceles guatemaltecas. El hecho dejó de nuevo al descubierto la falta de control sobre el Sistema Penitenciario guatemalteco, que en opinión del Procurador de los Derechos Humanos, Jorge de León, “es una bomba de tiempo”.