El Cairo.— Los investigadores del accidente de un avión ruso en Egipto están “90% seguros” de que el ruido que se escucha en el último segundo de una grabación de voz de la cabina habría sido provocado por la explosión de una bomba, dijo ayer un miembro del equipo a cargo de las pesquisas.

El avión Airbus A321 se estrelló el 31 de octubre 23 minutos después de su despegue desde el centro turístico de Sharm al-Sheikh, provocando la muerte de las 224 personas que viajaban a bordo. Milicianos del Estado Islámico (EI), que combaten a las fuerzas de seguridad egipcias en el Sinaí, se atribuyeron la responsabilidad por la caída de la aeronave.

“Los indicios y análisis que hay hasta el momento sobre el sonido de la caja negra indican que fue una bomba”, dijo a la agencia de noticias Reuters el miembro del equipo de investigación en Egipto, quien pidió no ser identificado debido a lo delicado del tema. “Estamos 90% seguros de que fue una bomba”, agregó.

Congresistas de Estados Unidos, entre ellos el presidente del comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, también aseguraron ayer que todas las “evidencias” apuntan a que una bomba colocada por el EI fue la causa de la tragedia.

“Cuando sumas la tecnología de satélite, el destello de calor en el avión, el hecho de que EI ha declarado la guerra a Rusia, y fuese un avión ruso con destino a ese país; y además nuestra información de inteligencia y del Reino Unido, creo que todos los indicadores apuntan a que fueron yihadistas quienes pusieron la bomba”, aseguró Michael McCaul, republicano por Texas, en un programa de la cadena FOX.

En una línea similar se expresaron los legisladores Adam Schiff, de California y el principal demócrata en el comité de Inteligencia de la Cámara, y Peter King, republicano de Nueva York del mismo grupo.

La confirmación de que militantes derribaron el avión podría tener un impacto devastador en la lucrativa industria del turismo de Egipto, que ha sufrido debido a varios años de turbulencia política y recibió un duro golpe la semana pasada, luego de que Rusia, Turquía y varios países europeos suspendieron los vuelos a Sharm al-Sheikh y otros destinos.

Rusia anunció ayer que planea un programa de ayudas a los operadores turísticos del país y dijo que ha repatriado a 11 mil de sus turistas desde Egipto en las últimas 24 horas, una parte de los más de 80 mil rusos que quedaron varados en el país tras suspender los vuelos.

El programa de ayuda a los operadores, explicó el viceprimer ministro ruso, Arkadi Dvorkóvic, dependerá de si los ciudadanos que han comprado paquetes turísticos a Egipto acepten cambios de destino o pidan el reembolso de su dinero.

El gobierno británico, por su parte, advirtió ayer a los turistas varados en Sharm al-Sheikh de que su regreso a Reino Unido podría tardar hasta 10 días por el límite de vuelos que pueden operar desde ese aeropuerto.

Según la agencia británica PA, las propias agencias de viajes y operadores turísticos se harán cargo de los gastos de los viajeros que deban quedarse en Egipto más tiempo del previsto.

Casi 20 mil británicos quedaron aislados en el enclave egipcio cuando el miércoles el gobierno de Londres suspendió las conexiones aéreas.

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