El primer avión de una compañía aérea rusa regresó a Moscú desde Egipto después de que Rusia suspendiera ayer los vuelos al país árabe hasta que se conozcan las causas del siniestro del Airbus A-321 ruso que se estrelló en el Sinaí hace una semana con 224 personas a bordo.
El vuelo 401 de Aeroflot, procedente de El Cairo aterrizó esta mañana en el aeropuerto moscovita de Sheremétievo.
El avión, un Airbus A-319, salió anoche de la capital rusa sin pasajeros, en cumplimiento de la directiva gubernamental sobre la suspensión de vuelos.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó esta medida por recomendación del Servicio Federal de Seguridad (FSB antiguo KGB) en medio de las crecientes sospechas del Reino Unido y Estados Unidos de que el siniestro del avión ruso fue causado por la explosión de una bomba.
Según distintas estimaciones, unos 50 mil rusos se encuentran actualmente en Egipto, que es el segundo destino extranjero preferido por los rusos después de Turquía.
Las autoridades rusas han declarado que el regreso de los turistas no tendrá carácter de evacuación y que los vuelos de retorno se organizarán, en lo posible, de acuerdo a las estancias programadas en el país árabe.
Según la portavoz de la Unión de la Industria Turística de Rusia, Irina Tiurina, las agencias de viajes del país han vendido cerca de 100.000 paquetes turísticos con destino a Egipto para los próximos cuatro meses.
jlc