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El ministro egipcio de Exteriores, Sameh Shukri, aseguró que su gobierno "no recibió informaciones de inteligencia de otros países" sobre el siniestro del avión ruso hace una semana en la península del Sinaí.
En una rueda de prensa en El Cairo, Shukri dijo que esperaban que esos países les hubieran proporcionado "detalles" y esas informaciones "técnicas", que apuntan a la explosión de una bomba en el Airbus A-321, en vez de que fueran publicadas "en los medios de comunicación de forma general".
"Las informaciones que escuchamos hasta el momento no fueron comunicadas a los servicios de seguridad egipcios", subrayó el ministro en una comparecencia con su homólogo húngaro, Peter Szijjarto.
"Entendemos las preocupaciones de algunos países (...) Esperábamos que la información técnica se nos proporcione", indicó el jefe de la diplomacia egipcia, de acuerdo con un reporte de la agencia china de noticias Xinhua.
El jefe de la diplomacia egipcia criticó también que su país "no encontró la colaboración esperada para afrontar el terrorismo" por parte de los países europeos.
La inteligencia británica informó ayer que era probable que la bomba hubiera sido colocada en la bodega del avión, mientras que uno de los investigadores dijo a la televisión pública francesa France 2 que el ruido de una explosión se escucha claramente en las cajas negras.
Shukri insistió en que no se pueden avanzar teorías "hasta que haya un informe completo que revele la verdad" sobre la catástrofe aérea.
Está previsto que hoy la comisión encargada de determinar las causas del siniestro del avión ruso ofrezca una rueda de prensa sobre sus investigaciones, en presencia del ministro egipcio de Aviación Civil, Hosam Kamal.
Sobre la decisión de muchos países de recomendar a sus ciudadanos no viajar a la ciudad de Sharm al Sheij, de donde despegó el avión ruso, Shukri afirmó que comprende "la preocupación" pero que esta es "precipitada".
Remarcó que Egipto sigue "todos los criterios de seguridad" y que "ha intensificado las medidas de seguridad", agregando que las medidas adoptadas por otros países y aerolíneas extranjeras contra Egipto no tienen precedente.
El presidente ruso, Vladimir Putin, aceptó ayer la recomendación del Servicio de Seguridad de suspender los vuelos a Egipto y ordenó repatriar a sus nacionales que se encuentran en el país, unos 80 mil, una medida adoptada también por Reino Unido.
El avión ruso se destruyó en el aire el pasado sábado 23 minutos después de despegar del aeropuerto de Sharm al Sheij, lo que causó la muerte de las 224 personas que viajaban a bordo.
La causa de la catástrofe aún no ha sido determinada de manera oficial. El Kremlin ha dicho que no descarta ninguna hipótesis, incluida la de un ataque terrorista contra la aeronave rusa.
jlc