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París.— Ante la hipótesis de una réplica terrorista como la de hace dos semanas, el gobierno francés ha decidido hacer de París una fortaleza con motivo de la celebración de la Cumbre del Clima COP21.
El Ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, ordenó desde el fin de semana una movilización sin precedentes, incluso por encima de la realizada en 1989 con motivo del Bicentenario de la Revolución Francesa que reunió a decenas de jefes de Estado.
La conferencia climática reúne a partir de hoy a 152 jefes de Estado y de gobierno, entre ellos el presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo ruso, Vladimir Putin; 40 mil representantes de gobierno y de la sociedad civil, y tres mil periodistas, con lo cual se convierte en una plataforma mediática potencial para los grupos fundamentalistas.
“Ante el contexto de amenaza elevada que enfrenta nuestro país, se hará todo a nuestro alcance para asegurar al máximo la conferencia y sus alrededores”, aseguró Cazeneuve.
En un intento por contener los riesgos, 120 mil elementos estarán en alerta durante todo el tiempo que duren las conversaciones climáticas de Naciones Unidas; de los cuales, 15 mil 600 policías y militares estarán en activo las 24 horas. El distrito de Bourget, localizado al norte de París y sede de la cumbre, estará resguardado por 2 mil 800 elementos.
La capital francesa, que experimentará una parálisis vehicular este lunes por cortes a la circulación, estará custodiada por 6 mil 300 uniformados y 800 oficiales viales. Entre las múltiples tareas de este contingente destaca la de preservar la seguridad de los 43 hoteles seleccionados por las embajadas para albergar a los funcionarios de más alto nivel.
También el servicio de tren y metro recibirá un refuerzo de 600 policías y 500 militares, mientras que el dispositivo de control fronterizo implementado desde los atentados en 285 puntos de cruce contará con 8 mil oficiales.
“Después de los atentados del 13 de noviembre, tuvimos que revisar nuestro dispositivo, aumentando tanto en número como en capacidad de respuesta”, dijo el perfecto de la Policía de París, Michel Cadot, quien ha recomendado a los habitantes de la metrópoli permanecer en casa este lunes.
En la ceremonia de inauguración está previsto que se rinda un minuto de silencio en memoria de los 130 muertos de los atentados suicidas y el presidente francés François Hollande emita un discurso en el que llamará a alcanzar un acuerdo ambicioso para evitar la catástrofe anunciada por el calentamiento del planeta.
Por la tarde, Hollande participará en la iniciativa Mission Innovation, co-presidida por Barack Obama y Bill Gates, fundador de Microsoft. Posteriormente, intervendrá en un panel de “líderes mundiales sobre el precio carbono", en presencia de la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de China, Xi Jinping.
Por la noche, en el Palacio del Elíseo, el mandatario galo ofrecerá una cena de honor, con lo cual dará por cerrada la primera jornada de una cumbre que pasará a la historia como la primera que tiene lugar bajo alerta terrorista y un insólito despliegue de seguridad.
El mundo protesta. Las manifestaciones se extendieron pacíficamente este domingo por todo el planeta, desde Sydney a Washington, en el marco de la iniciativa Marcha Global del Clima. En total estaban previstas este fin de semana más de 2 mil 300 acciones de protesta en 175 países, que reunieron a unas 570 mil personas, según las primeras estimaciones de los organizadores, lo que supone el doble de las que se congregaron el pasado año.
En México, organizaciones de la sociedad civil mexicana, encabezadas por Greenpeace, Caritas, la Alianza Mexicana contra el Fracking, Avaaz, Campaña Nacional Sin maíz, no hay país, Cencos y la Fundación Futuro para el Desarrollo Social Integral, marcharon ayer para defender el medio ambiente, sensibilizar la población sobre el cambio climático y pedir a los políticos impulsar medidas para reducir el uso de combustibles fósiles y desarrollar las energías renovables. Pidieron a los senadores aprobar la Ley de Transición Energética que busca impulsar el desarrollo de energías renovables.
“Pobreza, inequidad y cambio climático están estrechamente ligados, no podemos luchar contra la pobreza sin mitigar al calentamiento global. Las poblaciones más empobrecidas serán las más afectadas por el cambio climático”, dijo Olivia Pineda de la Fundación Futuro para el Desarrollo Social Integral.
Con información de Pierre-Marc René y agencias