El papa Francisco pidió hoy seguir adelante “con serenidad y determinación”, tras una filtración de documentos confidenciales de su proceso de reforma a la estructuras financieras del Vaticano, conocido como Vatileaks 2.
Francisco reapareció este martes en público, luego que la víspera fue anunciado el arresto de dos de sus excolaboradores cercanos acusados de ser los responsables de entregar información a los autores de dos libros que salen a la venta esta semana en Italia.
Se trata de Lucio Angel Vallejo Balda, exsecretario de la Prefectura para los Asuntos Económicos del Vaticano, y Francesca Immacolata Chaouqui, experta en relaciones públicas.
Ambos formaron parte de una comisión instituida en 2013 por Jorge Mario Bergoglio para asesorarlo en los cambios administrativos que necesitaba el Vaticano.
Los arrestos cayeron como “balde de agua fría” en la Curia Romana, pero son fruto de una investigación que conduce desde hace algunos meses la Gendarmería Vaticana y de la cual, en todo momento el pontífice fue informado.
“Vi apenas al Papa. Sus palabras: sigamos adelante con serenidad y determinación”, señaló el “número tres” del Vaticano, el sustituto de la Secretaría de Estado, Giovanni Angelo Becciu, en su perfil de la red social Twitter.
Mientras tanto las pesquisas continúan. Este martes, Chaouqui que fue puesta en libertad por su colaboración con la justicia y tras haber pasado una noche recluida en una comunidad religiosa dentro del Vaticano, fue interrogada nuevamente.
Vallejo Balda permanece en una celda de seguridad dentro del cuartel general de la Gendarmería Vaticana, el mismo espacio en el cual fue detenido durante semanas Paolo Gabriele, el “cuervo” responsable de las filtraciones que dieron origen al primer “Vatileaks” en 2012.
Durante la misa en recuerdo de los cardenales y obispos fallecidos durante el año, en la Basílica de San Pedro, el Papa se mostró impasible aunque realizó alguna indirecta alusión a la crisis en su sermón.
Llamó a seguir el llamado del apóstol Pablo a “dirigir el pensamiento en las cosas del más allá, no las de la tierra, al amor de Dios y del prójimo, más que a nuestras necesidades”.
“Que sea suficiente a nuestra vida la Pascua del señor, para ser libres de los afanes de las cosas efímeras que pasan y se disipan en la nada. Que nos baste él, en el cual hay vida, salvación, resurrección y alegría”, siguió.
“Entonces seremos siervos según su corazón: no funcionarios que prestan servicio sino hijos amados que donan la vida por el mundo”, añadió.
Más adelante, aseguró que quien se despoja de sí, perdiéndose en el amor, imita a Cristo: vence a la muerte y da vida al mundo. Y precisó: “Quien sirve salva. Al contrario, quien no vive para servir no sirve para vivir”.
Por su parte, el secretario de la Conferencia Episcopal Italiana, Nuncio Galantino, quien se entrevistó con Francisco aseguró no haberlo visto “particularmente amargado” y afirmó que la fuga de documentos “no es una debacle de la Iglesia” sino “un momento bello”, en el que “están emergiendo las negatividades y fragilidades”.
“Cuando el pecado sale, hace mal pero es un momento positivo. Me pongo en sus zapatos (del Papa): cualquier hijo de la Iglesia ante estos ataques concéntricos no puede quedar indiferente”, ponderó.