El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, se mostró este martes dispuesto a debatir proyectos de ley para restringir a migrantes no autorizados en la frontera y en el interior del territorio estadounidense.
Debido a que la mayoría de los conservadores en la cámara baja se opone a cualquier medida que pueda interpretarse como una "amnistía" para los 11.5 millones de migrantes que se calculan viven ilegalmente en Estados Unidos, Ryan ha maniobrado cuidadosamente el tema migratorio.
"En temas como control fronterizo y en el interior del territorio, donde creo que todos tenemos consenso, creo que estaría bien si podemos avanzar eso", dijo Ryan al ofrecer la primera conferencia de prensa desde que asumió su nuevo cargo.
El representante por Wisconsin reiteró su rechazo a trabajar en una reforma integral al sistema migratorio mientras Barack Obama permanezca como mandatario, tal como lo había expresado el domingo pasado.
La Casa Blanca acusó la víspera a Ryan de "flirtear con la extrema derecha" de su partido en la cuestión migratoria.
Ryan, quien hasta el año pasado promovió una ley migratoria después que el Senado aprobó un proyecto amplio que incluyó un mecanismo de naturalización para los migrantes, incluso llegó a aceptar la eventual ciudadanía para los residentes sin autorización, anatema para muchos conservadores.
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