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Fieles al vudú, haitianos dejan "poseerse" en ceremonia

En la ceremonia Gede, que se celebra el 1 y 2 de noviembre, los asistentes bailan y se sienten poseídos por espíritus que toman sus cuerpos para manifestarse

Una mujer baila durante la celebración del Festival de los Ancestros (Foto: Xinhua)
03/11/2015 |11:00EFE |
Redacción El Universal
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Los cementerios haitianos fueron esta madrugada escenario de la renovación de la fidelidad al vudú de cientos de ciudadanos, quienes vestidos de color blanco, morado o negro bailaron al ritmo de los tambores mientras bebían ron puro (clairin) y honraban la memoria de sus muertos.

Se trata de la ceremonia Gede, que se celebra el 1 y 2 de noviembre cada año hasta bien entrado el día siguiente y es uno de los mayores actos del vudú.

En ella, los asistentes muestran su respeto a los espíritus de los fallecidos y a la fertilidad.

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Mientras bailan, los asistentes se sienten poseídos por esos espíritus, quienes, creen, poseen sus cuerpos para manifestarse, y comparten comida y bebidas con ellos poniendo distintos platos a su disposición.

El vudú, mayoritario en Haití, convive actualmente con el catolicismo (representado por la iglesia apostólica y romana y por las misiones protestantes estadounidenses) de una forma pacífica, aunque no siempre ha sido así.

Se trata de un cuerpo de creencias y prácticas religiosas que incluyen fetichismo, culto a las serpientes, sacrificios rituales y empleo del trance como medio de comunicación con sus deidades, procedente de África y corriente entre los negros de las Indias Occidentales y el sur de Estados Unidos.

Este domingo y lunes los cementerios del país se llenaron de cientos de haitianos renovando su fidelidad al vudú con motivo de la ceremonia Gede.

En cualquiera de los camposantos la tumba del primer hombre enterrado en el mismo está dedicada a Baron Samedi, el espíritu de los muertos, y en el acto se coloca una cruz blanca alrededor de la cual, estos días, los asistentes rinden un homenaje a Samedi.

Lo mismo ocurre en el caso de las mujeres.

La tumba de la primera enterrada está dedicada a Maman Brigitte la versión femenina de Baron Samedi.

Además de la veneración a ambos espíritus, los asistentes recordaron a sus seres ya fallecidos encendiendo velas, depositando flores y echando café y ron sobre sus tumbas.

El café está considerado el símbolo de la sangre de los antepasados haitianos que fueron traídos a la isla como esclavos para trabajar en las plantaciones de dicho producto.

Gede comienza a primera hora del día y acaba pasada la madrugada.


jlcg