Moscú.— Rusia envió ayer a Siria un sistema avanzado de misiles para proteger a sus aviones de combate que operan en la zona y aseguró que su fuerza aérea seguirá realizando misiones cerca del espacio aéreo turco, una muestra de desafío tras el derribo, por parte de Turquía, de un caza ruso Su-24. Aun así, Moscú descartó que vaya a “lanzar una guerra contra Turquía”.
El presidente ruso, Vladimir Putin, quien visitó la mayor fábrica de tanques rusos, Uralvagonzavod, ordenó el envío de un sistema de defensa de misiles a la base aérea rusa de Khmeimim, en la provincia siria de Latakia. “Espero que esto, junto a otras medidas que estamos tomando, sea suficiente para garantizar [la seguridad] de nuestros vuelos”, dijo Putin. El armamento fue identificado como el sistema de misiles S-400.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó que Rusia se vio obligado a realizar misiones cerca de la frontera turca porque ahí es donde suelen estar los militantes. Además, las fuerzas rusas lanzaron un duro bombardeo contra zonas controladas por insurgentes en la provincia de Latakia, cerca de donde fue derribado el caza.
Estados Unidos y la Unión Europea instaron a la calma y mantuvieron abierto el diálogo con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, quien señaló que el incidente pareciera ser un acto de “provocación planeada” y aseguró que si bien “no tenemos intención de librar una guerra con Turquía”, Moscú “reconsiderará seriamente” sus relaciones con Ankara.
De los dos pilotos que iban en la nave, uno murió a manos de rebeldes y el otro fue rescatado ayer por el ejército sirio. El sobreviviente aseguró que no hubo contacto de advertencia; sin embargo, la agencia de noticias turca DHA puso una grabación de audio en la web en la que se oye la reiterada advertencia turca para que el avión gire hacia el sur. El derribo del avión el martes fue uno de los choques más serios entre un miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Rusia en medio siglo, y complicó más los esfuerzos para combatir a los militantes del Estado Islámico (EI) en Siria.
El presidente turco, Tayyip Erdogan, no ofreció disculpas y dijo que su país defiende su propia seguridad.
En tanto, el presidente francés François Hollande, quien busca ampliar la coalición internacional contra el EI, pidió a Alemania que se implique en esa lucha en Siria e Irak. Hollande recibió a la canciller alemana Angela Merkel, en París, y le agradeció el anuncio del envío de hasta 650 militares a Mali para apoyar al contingente francés. Merkel subrayó que su país hará más en el combate contra el EI.
México, alerta. La canciller mexicana Claudia Ruiz Massieu dijo que ante las presuntas amenazas del EI a países aliados a la coalición contra el grupo yihadista, incluyendo México, la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE) ha aumentado la alerta de viaje a los connacionales turistas. “Hemos desplegado los protocolos de alerta de prevención y de información para quienes estén o hayan estado en Francia y lo seguiremos haciendo”. Añadió que la solución al terrorismo debe ser “colectiva porque a todos los países atañe y lastima”. Agencias, con información de Natalia Gómez Quintero