Turquía no tiene intención de aumentar la tensión con Rusia tras derribar el martes un avión militar ruso, aunque sí protegerá sus fronteras y a las comunidades turcoparlantes en Siria, aseguró el presidente, Recep Tayyip Erdogan.

"Nadie puede esperar que nos quedemos mudos e inmóviles cuando están violando continuamente nuestra seguridad fronteriza, pero no tenemos, desde luego, ninguna intención de aumentar la tensión", afirmó Erdogan.

"Se ha derribado un avión que violaba nuestro espacio aéreo tras muchas advertencias; luego nos enteramos de que era ruso por las declaraciones de Rusia y avisamos de inmediato a la ONU y a la OTAN", dijo el mandatario.

Reiteró que en esta zona al norte de Latakia, la ciudad portuaria siria bajo control del régimen de Bachar al Asad, "no está Daesh", (la denominación en árabe del grupo yihadista Estado Islámico), y "es zona de turcomanos", una minoría siria turcoparlante que el propio presidente describió como "hermanos étnicos" de los turcos.

Erdogan recordó que Turquía había advertido a Rusia "en varias ocasiones y por varios canales" su preocupación respecto a intervenciones en esta zona del noroeste de Siria, de donde ahora sale un flujo de refugiados turcomanos hacia la frontera turca.

De hecho, Ankara convocó el jueves al embajador ruso para protestar por los bombardeos rusos contra turcomanos en esa misma zona.

Erdogan describió por primera vez los detalles del incidente de ayer, explicando que dos aviones de nacionalidad desconocida se acercaron a la frontera turca cerca del municipio de Yayladag en el sur de la provincia de Hatay y que los militares turcos les lanzaron diez advertencias en cinco minutos.

"Tras las advertencias, uno de los aviones regresó a Siria mientras que el otro insistió en seguir violando nuestra frontera. Entonces, nuestros cazas F-16 que patrullaban la zona abrieron fuego contra el avión mientras estaba en nuestro espacio aéreo", detalló el presidente.

"El avión cayó en Siria, pero algunas partes alcanzaron suelo nuestro y por ese motivo hay dos ciudadanos nuestros heridos", aseguró Erdogan, un detalle que hasta ahora no había sido facilitado por la prensa turca.

Por su parte, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, defendió también el derribo de la nave rusa, y advirtió que no podría atarcarse a miembros del grupo étnico turcomano con el pretexto de combatir al Estado Islámico (EI).

La zona en que ocurrió el derribo del avión de combate ruso corresponde al grupo turcomano en Siria, el cual combate a las fuerzas del presidente sirio Bashar al-Assad, y sus miembros habrían sido objetivo de los bombardeos rusos.

En una reunión del gobernante Partido Justicia y Desarrollo (PJD), el jefe del gobierno turco añadió que Turquía mantiene los canales de comunicación abiertos con Moscú, pero tiene el derecho de defender sus fronteras y no dudará en hacerlo.

jlc

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