Una reunión ayer en El Salvador de emisarios de los gobiernos de México, Cuba, Colombia, Ecuador y Centroamérica para resolver la crisis regional por el masivo e incesante flujo de migrantes irregulares cubanos fracasó y terminó sin acuerdos, mientras prosigue el arribo constante a Costa Rica de personas nacidas en la isla que, procedentes de Panamá sin visas, viajan a Estados Unidos, pero Nicaragua les impide pasar.
El canciller costarricense, Manuel González, acusó que la cita fracasó por la intransigencia de Nicaraguam que se opone a abrir un paso libre y seguro a los cubanos, con “protección adecuada” frente a las “redes internacionales de tráfico ilícito de migrantes o cualquier otra forma de explotación”.
En una cita de dos partes del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), la vicecanciller Socorro Flores representó a México y el canciller Bruno Rodríguez a Cuba; a la primera cita acudieron sólo centroamericanos y a la segunda llegaron los demás.
En la primera, González alertó que si la reunión fracasaba “implicará el fracaso de la región” y advirtió de la posibilidad de que se desate “una grave crisis humanitaria”.
Al final de la segunda, culpó a Nicaragua del fracaso y atacó: “Hoy el SICA recibió una puñalada y quien lo ha hecho se debe responsabilizar por esto. Es inaceptable jugar con el dolor de las personas.
“Es irónico que Nicaragua venga a hablar y defender a los migrantes centroamericanos y bloquear una solución razonable cuando ni siquiera ha atendido la migración de miles de nicaragüenses hacia Costa Rica durante décadas”, dijo.
La crisis migratoria se complicó el 13 de este mes, cuando Nicaragua cerró fronteras a los cubanos irregulares y ahora hay casi 3 mil varados en el lado costarricense del límite entre Costa Rica y Nicaragua, en una cifra que crece a un promedio de 250 al día que llegan desde Panamá. En un flujo que se disparó este año por temor a que Estados Unidos derogue la ley que beneficia a los cubanos que llegan a su territorio, los isleños salen legalmente de Cuba en avión a Ecuador, pasan a Colombia, viajan por mar a Panamá y siguen por Centroamérica y México hasta EU.