El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís Rivera, aseguró este lunes que el cártel de Los Zetas, una de las más peligrosas y poderosas mafias mexicanas del narcotráfico internacional y de otras modalidades del crimen organizado transnacional, financian parte de sus “operaciones diarias” con el dinero que roban a los migrantes irregulares centroamericanos y cubamos que transitan por México.

Solís Rivera urgió a los gobiernos de Centroamérica, México, Colombia y Ecuador a luchar en conjunto para desarticular las cadenas internacionales de trata de personas que controlan las operaciones criminales de los “coyotes” o traficantes de seres humanos y explotan las crisis migratorias, como la que actualmente sacude a Costa Rica con un masivo arribo de migrantes irregulares cubanos atrapados hace 10 días en la frontera de este país con Nicaragua y en un flujo incesante.

Los Zetas, que es uno de los principales carteles de narcotráfico, se financia en buena medida, en cuanto a sus operaciones diarias, con la plata que roba a los migrantes”, aseguró el gobernante, en una entrevista con Radio Rica, de esta capital. “En cada país hay una red de coyotes. “Costa Rica ha venido insistiendo en que esta es una situación intolerable, pues no es posible que a la gente se le ponga en manos del crimen organizado, porque esto es crimen organizado”, precisó.

Los Zetas, surgidos de estructuras militares mexicanas, han sido reiteradamente acusados de perpetrar mortales ataques contra migrantes latinoamericanos, como el que se les atribuyó en Tamaulipas en agosto de 2010 con el asesinato a balazos de 72 centroamericanos y suramericanos por negarse a trabajar para ese cártel.

El fenómeno migratorio irregular de personas oriundas de Cuba se disparó en 2015. No obstante, se agravó el 13 de este mes porque Nicaragua blindó ese día sus fronteras con Costa Rica al ingreso de cubanos irregulares y casi 3 mil permanecen varados en áreas costarricenses cercanas a los pasos limítrofes, ansiosos de seguir hacia Estados Unidos.

El conflicto será debatido este martes en El Salvador por emisarios de las cancillerías de México, Centroamérica, Colombia y Ecuador, para definir las medidas a adoptar sobre los que permanecen en su mayoría en albergues en la zona norte de Costa Rica, fronteriza con Nicaragua, y los que continúan transitando y alimentando un movimiento constante y creciente desde suelo ecuatorianos rumbo a EU.

Costa Rica registra desde principios de la semana en la frontera con Panamá un promedio diario de 250 nuevos ingresos de cubanos, a los que otorga una visa temporal.

Tras una investigación que inició en enero anterior, autoridades migratorias y judiciales de Costa Rica desbarataron el pasado 10 de noviembre el núcleo costarricense de una red transnacional de traficantes de cubanos con enlaces en EU, Guatemala, Colombia y Ecuador, lo que precipitó la crisis, ya que centenares quedaron en el desamparo en las fronteras con Panamá y Nicaragua.

Antes del estallido del conflicto, y en un movimiento que empezó a crecer en 2012, los cubanos pasaban ilegalmente por las fronteras de los países—de Ecuador a México—u obtenían permiso de paso temporal o humanitario, hasta llegar a EU.

Los estímulos

La travesía de los cubanos del sur al norte de América es estimulada por dos factores esenciales: inicia en Ecuador, que les exoneró de visa desde 2008, y concluye en EU, ya que al tocar suelo estadounidense se acogen a la Ley de Ajuste Cubano, emitida en 1966 y que casi automáticamente les otorga permiso laboral y cédula de residencia. Cuba ha repudiado esa ley desde que fue promulgada y la culpa a Washington de utilizarla para fomentar la migración ilegal, insegura y desordenada.

Los cubanos, que salen legalmente de Cuba por vía aérea hacia suelo ecuatoriano, temen que la ley sea derogada aunque EU lo niega. En su travesía, cumplen un recorrido cargado de peligros desde Ecuador, entran a Colombia, se movilizan en autobús hacia el caribeño puerto colombiano de Turbo, pasan en lancha por mar a Panamá y siguen por tierra en Centroamérica y México hasta la frontera con EU.

La distancia que recorren de Quito a la frontera mexicano—estadounidense varía de 7 mil 819 kilómetros si llegan por Tijuana, Baja California, a 5 mil 753 kilómetros si ingresan por Matamoros, Tamaulipas, o a 6 mil 169 kilómetros si penetran por Nuevo Laredo, Tamaulipas.

El número de cubanos que ingresó a suelo colombiano aumentó de 5.830 en 2014 a 7.944 de enero a octubre de 2015, según Migración Colombia. Migración de Costa Rica registra más de 14 mil en 2015, con unos 9.300 de 2012 a 2014 y solo 48 en 2011. La cifra de cubanos que entraron por tierra de México a Estados Unidos subió de 17.459 en el año fiscal 2013/2014 a 30.966 en el 2014/2015.

El negocio ha sido controlado por “coyotes” o traficantes de personas, que cobran hasta 15 mil dólares por llevar a cada cubano a EU. Los cubanos reciben dinero de sus familiares residentes en Estados Unidos o venden sus bienes en Cuba para financiarse el viaje.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses