Los ataques mortíferos en Francia plantearon a las escuelas y los padres de alumnos en todo el mundo el dilema de cómo informar y explicar a los niños esos hechos.
Cuando las clases se reanuden esta semana, muchos maestros se vieron en figurillas para decidir cómo discutir lo que ocurrió en París. Los padres se preguntan si cabe hablar sobre la violencia o cómo explicarla a los pequeños. El dilema se repite en muchos países.
Muchas escuelas observaron momentos de silencio en recuerdo de los centenares de víctimas. Algunas organizaron discusiones abiertas sobre el terrorismo y los ataques en París. Los maestros y maestras de los más pequeños trataron de mantenerlos al margen.
En el Lycée Français de Nueva York, los estudiantes fueron convocados por grados para hablar sobre el hecho y sus reacciones. "Optamos por un enfoque realmente cuidadoso", afirmó Elisabeth King, una portavoz de la escuela de francés en Manhattan. "Se trata de escuchar y aliviar temores".
En París, las escuelas reabrieron el lunes. En una escuela pública, una maestra hizo que los alumnos de su clase de 7 años de edad se congregaran en un rincón y se sentaran bien juntos en el piso, explicándoles que hicieran de cuenta que había un ataque a un estadio. La maestra les dijo que llegaban muchos policías para proteger a la gente.
El periódico francés Liberation publicó el lunes una edición especial para niños.
En la secundaria de Downtown Magnets en Los Angeles, el profesor de estudios sociales Daniel Jocz varió su plan de clase para hablar sobre los ataques. Les preguntó a sus alumnos de undécimo grado si tenían preguntas, y después les dio una clase sobre historia y política sobre el Oriente Medio y el norte del Africa.
"Quise ofrecerles un panorama claro de la complejidad", explicó. "Y me doy cuenta de que es una tarea ardua porque muchos de ellos no han tenido ninguna instrucción sobre historia".
En Toronto, la directora de educación emitió directivas el lunes para ayudar a maestros y padres a discutir el tema con estudiantes e hijos. Se aconsejó, entre otras cosas, enfrentar las preocupaciones de los estudiantes sobre los hechos e indagar sus sentimientos.
"Es normal que la gente trate de buscar sentido a una pérdida grave. Deje que su niño comparta sus ideas y conjeturas", dijo Donna Quan en las normas. "Ayúdeles a distinguir entre lo que saben y lo que interpretan".
Los expertos dicen que los padres deben evitar hablar sobre los ataques con los niños menores de 6 años. Para los mayores, los padres deberían invitarlos a presenciar las noticias en familia y después discutirlas, dijo el doctor Steven Berkowitz, siquiatra de niños y adolescentes en la Universidad de Pennsylvania. Pero advirtió que los padres no contagien su propia ansiedad a sus niños.
En Estados Unidos, las escuelas individuales decidieron cómo responder a las noticias. En Italia, la ministra de educación pidió a las escuelas y universidades que observaran un minuto de silencio y por lo menos una hora de reflexión sobre los ataques.
La ministra Stefania Giannini dijo en un mensaje que los educadores deben ayudar a los estudiantes "a rechazar, hoy más que nunca, toda tentación de xenofobia o racismo".