Al menos 26 de los 50 estados de Estados Unidos, casi todos bajo control republicano, desafiaron ayer al presidente del país, el demócrata Barack Obama, al negarse a acoger refugiados sirios tras los atentados del pasado viernes en París.

Los estados dispuestos a cerrar sus puertas a los refugiados sirios son Arizona, Alabama, Arkansas, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Florida, Georgia, Illinois, Indiana, Kansas, Louisiana, Maine, Michigan, Mississippi, Massachusetts, Ohio, Tennessee, Texas, Idaho, Iowa, Nebraska, Nueva Jersey, Nuevo México, Oklahoma, Wisconsin y Nuevo Hampshire, estado liderado por una gobernadora demócrata.

El precandidato presidencial republicano Ben Carson exhortó ayer al Congreso a que retire fondos para un reasentamiento de refugiados sirios en EU, bajo el argumento de que tras los atentados en París no hay una manera creíble de diferenciar entre un combatiente del grupo Estado Islámico y un inocente que huye de la guerra.

Donald Trump, aspirante republicano a la Casa Blanca, propuso ayer mandar a 10 mil efectivos a Siria y cerrar mezquitas en EU. A su vez, el ex gobernador de Florida, Jeb Bush se manifestó por enviar a una fuerza militar que sume fuerzas con una coalición de naciones en Irak y Siria.

Los atentados en Francia atizaron ayer el debate en contra de recibir a refugiados sirios que huyen de la guerra en su país, como ha anunciado Obama.

Pese a ello, el mandatario rechazó ayer enérgicamente las exigencias para que Estados Unidos cambie su estrategia en el combate al grupo Estado Islámico y la migración.

“El presidente Obama tiene la autorización legal para aceptar inmigrantes en Estados Unidos. Según la Ley de Refugiados de 1980, el mandatario puede admitir a los refugiados que se enfrentan a la persecución, o un temor bien fundado”, consideró Ian Millhiser, del Center For American Progress (CAP).

Amenazan a Washington. El Estado Islámico (EI) amenazó ayer con perpetrar más atentados, similares a los registrados en París el viernes pasado, en otros países que forman parte de la coalición que bombardea sus posiciones en Siria e Irak. “Decimos a los Estados que participan en la campaña de los cruzados [cristianos] que les llegará su día, si Dios quiere, como ocurrió en Francia. (...) Juramos que vamos a golpear a Estados Unidos en su centro político, en Washington”, dijo un integrante del EI a través de un video que hicieron circular en internet.

La amenaza yihadista provocó la movilización de las agencias de inteligencia y de los cuerpos policiales que custodian el Capitolio.

A pesar de estas medidas preventivas, el Departamento de Seguridad Interna (DHS) y el FBI se esforzaron por transmitir tranquilidad y confianza a los ciudadanos.

“En este momento, no hay ninguna amenaza específica o creíble para Estados Unidos”, aseguró un portavoz del Buró al señalar que, en caso de una eventual amenaza, “ajustaremos nuestras medidas de seguridad para proteger a los estadounidenses”. “Aunque nos tomamos esta amenaza muy en serio, no tenemos aún nada de carácter inminente”, afirmó el portavoz del Pentágono, Peter Cook.

El director de la CIA, John Brennan, reconoció ayer que los atentados terroristas en París son sólo una probada de lo que aún esta por venir, mientras la policía de esta capital elevaba sus niveles de seguridad y el FBI intentaba transmitir tranquilidad.

La advertencia del EI no tomó por sorpresa al director de la CIA, quien dijo que los atentados en París, que causaron la muerte de al menos 129 personas, “no es el único ataque que el EI tenía en su agenda”.

Con información de agencias

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