Los kamikazes que aterrorizaron París la noche del viernes pasado frustraron los sueños de María del Carmen Reyes, originaria de Guanajuato.
Desde su infancia, la administradora de empresas siempre anheló con ver la obra original de La Gioconda, subir a la Torre Eiffel y pasearse por los elegantes pasillos del Palacio de Versalles.
Luego de esperar una vida, finalmente llegó a París la noche del viernes. Sin embargo, se encontró al día siguiente con una ciudad en luto. No obstante, los establecimientos culturales reabrirán sus puertas este lunes, informó la ministra gala de Cultura, Fleur Pellerin.
“Soñaba con entrar al Museo del Louvre, ir a Versalles, y apreciar todos los lugares turísticos de París en su máximo esplendor. Lamentablemente encontré todo cerrado y una ciudad sumida en un ambiente muy triste”, dice a EL UNIVERSAL la turista mexicana.
“Me llevo de París la sensación de que el terrorismo es mundial, porque lo que ocurrió aquí puede tener lugar en cualquier otro lado”.
La misma sensación tiene Georgina Vásquez, también de Guanajuato, quien el sábado se planteó la posibilidad de abandonar la capital gala, debido al estado de emergencia.
“El sábado, en medio de toda la crisis, no sabíamos si irnos, cambiar el vuelo, adelantar el regreso a México, pero enfriamos la cabeza y decidimos permanecer luego de hablar con la embajada”, declara.
“Optamos por mantener la visita hasta el lunes, pero eso sí, andamos con precaución en la calle, evitamos puntos en donde hay gran concentración de gente, no salimos de noche y todo lo hacemos caminando”, afirma.
El sector turístico de París teme una caída de las visitas como consecuencia de los ataques. De acuerdo con la embajada de México en Francia anualmente visitan el país entre 60 mil y 300 mil mexicanos al año. El presidente del sindicato nacional de agencias de viajes, Jean Pierre Mas, afirma que la seguridad es fundamental para atraer turistas.
De acuerdo con el sector hotelero, hasta ahora no hay cancelaciones masivas, pero algunos hoteles, como el Bristol, han dado a conocer que 24 horas después de los atentados, registraron una ola de anulaciones. Antes de los ataques suicidas, el gobierno francés pronosticaba que el número de visitantes extranjeros superaría la barrera de los 85 millones gracias al boom de visitas chinas.