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Antalya, Turquía.— Una brisa helada que viene del Mediterráneo congela todo a su paso, es un viento que sabe a tristeza. Desde ayer los líderes de las 20 economías más poderosas del mundo están encerrados. Hablan sobre los atentados en París, la situación en Siria y en general sobre el terrorismo.
Es un día en el que se siente la resaca por el mal momento que dejaron los atentados en París. Pero aquí advierten que el Estado Islámico no sólo golpeó a países de Occidente, sino también a naciones cercanas al islam, como Turquía.
Al arrancar la Cumbre del G20, los hombres y mujeres que dirigen las economías más poderosas del mundo se ponen de pie y guardan un minuto de silencio.
Hay tensión en la sede. Corre rápido la noticia de que la policía turca se enfrentó contra yihadistas en la provincia de Ganziatep, una zona alejada de aquí. Los temas económicos son rebasados por los relacionados con Siria, el terrorismo y los refugiados.
En el arranque de la reunión, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pide un minuto de silencio. Esta flanqueado por los mandatarios de Estados Unidos, Barack Obama, y de China, Xi Jinping. Además, tiene cerca al premier británico, David Cameron, y un poco más allá, al lado del presidente ruso, Vladimir Putin, está el jefe del Ejecutivo mexicano, Enrique Peña Nieto. Falta, el presidente Francois Hollande.
“Este triste incidente nos muestra que no podemos ignorar la relación entre la política y la economía. El principal interés del G20, la economía, no está al margen de la vida social, política y humana. Espero que esta cumbre sea un punto histórico para la lucha contra el terrorismo y la crisis de refugiados”, dijo Tayyip Erdogan.
En este complejo turístico la gente no puede caminar por las calles, está prohibido. No hay forma de salir hacia la ciudad, pues sólo hay camiones proporcionados por los organizadores donde invariablemente van dos policías a bordo de cada unidad.
Aquí, quienes son vistos como adversarios han unido posiciones. El presidente Obama advierte que su país redoblará esfuerzos con sus aliados para llevar la paz a la transición en Siria.
“Eliminaremos al Estado Islámico para que no pueda provocar el daño y el sufrimiento que ha llevado a París, Ankara y otros lugares del planeta (...) El cielo se ha oscurecido por los terribles ataques que tuvieron lugar en París”, dijo.
“Nosotros entendemos que sólo se podrá superar la amenaza terrorista y ayudar a millones de personas que han perdido su hogar si los esfuerzos de la comunidad internacional se hacen de manera coordinada”.
Putin y Obama mantuvieron conversaciones sobre la propuesta de paz para Siria con intervención de Naciones Unidas. La Casa Blanca, que describió el encuentro como “constructivo”, destacó que ambos mandatarios se mostraron de acuerdo en que la población siria debe definir cuál será su transición política.
Obama anunció que incrementará sus acciones contra los yihadistas y ampliará sus esfuerzos para conseguir una salida negociada a la guerra en Siria, a fin de atacar las raíces del terrorismo como de la huida de los refugiados.
Al inicio del encuentro en la localidad marítima de Belek, cerca de Antalya, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, llamó a reforzar la unidad contra el extremismo. “Necesitamos un esfuerzo coordinado mucho mayor”, dijo.
El mandatario Putin advirtió que la única manera de acabar con los terroristas es uniendo los esfuerzos de toda la comunidad internacional. “Después de los atentados en la capital francesa es necesario dejar de lado todas las excusas y concentrarse por completo en la creación de un frente amplio contra el terrorismo”, indicó el ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov.
La canciller alemana, Angela Merkel, habló de ayudar a los refugiados. Destacó que las principales causas para que muchos huyan de sus países son la violencia de los yihadistas, la guerra en Siria y los enfrentamientos en Irak.
Un primer borrador de la declaración final de la cumbre al que tuvo acceso DPA indica que los miembros del G20 se proponen ampliar las ayudas a los refugiados.
EPN, por una acción real. El presidente Peña Nieto demandó que las posiciones vertidas por los líderes del G20 deben traducirse, de la mano de la ONU, en una acción global real en contra del terrorismo. Al señalar con energía que no existe un extremismo bueno para la humanidad, condenó “los atroces atentados” en Francia, Líbano y Turquía.
Suscribió las posiciones en torno a la importancia de combatir el tráfico de armas y de personas, y el financiamiento internacional al terrorismo.
Agregó que igual de importante es prevenir el terrorismo, atacando sus causas estructurales. Asentó que ninguna razón justifica que se ataque a civiles indefensos y expresó la solidaridad de México con las víctimas y sus familiares.
Los mandatarios asistentes a la reunión reafirmaron que el terrorismo no puede ni debe ser asociado con religión, nacionalidad, civilización o grupo étnico alguno.
Asimismo, indicaron que el combate contra el extremismo es una prioridad fundamental para la comunidad internacional y reiteraron su disposición de trabajar de manera conjunta para combatir los actos terroristas.
Sobre la crisis migratoria. La Presidencia de la República informó que en relación con la crisis de refugiados, Peña Nieto señaló que México, como actor con responsabilidad global, apoyó la decisión de los líderes de pronunciarse y actuar en torno a la crisis migratoria.
Hizo notar ante los líderes del G20 que como país de origen, tránsito, destino y retorno de migrantes, a México le preocupa y le ocupa la situación humanitaria en Medio Oriente.
Recordó que, de conformidad con la tradición diplomática, México ha participado de manera activa en la atención de los refugiados sirios. El mandatario destacó que, en 2014, México hizo aportaciones económicas, a través de organismos internacionales, para apoyar a refugiados sirios en Jordania, Líbano y Turquía. Anunció que México planea hacer otra contribución monetaria, esta vez mediante el Programa Mundial de Alimentos de la ONU. Indicó que tan sólo de 2013 a la fecha, México ha recibido más de mil refugiados, la mayoría provenientes de Centroamérica.
Con información de agencias
