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Uno de los terroristas implicados en el ataque a la sala Bataclan de París, en la que murieron al menos 89 personas el viernes, pidió a los policías negociar por teléfono cuando se vio rodeado por los agentes que tomaron al asalto el edificio, según publica hoy el diario "Le Parisien".
"El terrorista quería negociar, quizás sólo ganar tiempo", dijo a ese diario uno de los policías que participaron en la operación.
Las fuerzas del orden se encontraron con él en el piso superior de la sala de conciertos, donde había decenas de cartuchos por el suelo, así como cargadores atados con cinta adhesiva y un fusil de asalto abandonado.
"Cuando subimos había cuerpos por todas partes en la escalera. Una verdadera carnicería, no había visto nada igual en mi vida", declaró uno de los agentes, que pidió mantener el anonimato.
Según su relato, escucharon a través de la puerta del cuarto a un hombre que les gritaba que se marcharan porque tenía explosivos e iba a "hacer saltar todo por los aires".
Los policías trataron de hablar con él, quien entonces les solicitó hablar con uno de sus superiores y, para ello, llegó a darles hasta su número de teléfono móvil a través de la puerta para que lo transmitieran a la jerarquía.
"Era como si estuviera preparando una trampa en el interior de la habitación", indicó el agente.
Poco después, los policías recibieron la orden de intervenir, llevaron ante la puerta un escudo para protegerse de balas y justo en ese momento el hombre disparó a través del batiente, a lo que las fuerzas del orden respondieron con granadas.
El terrorista consiguió salir de la habitación y trató de descender al piso inferior, pero murió cuando el cinturón de explosivos que llevaba se activó, no se sabe si por la onda expansiva de las granadas o porque él mismo lo accionara.
Con al menos 89 víctimas mortales, la sala Bataclan ha sido el lugar que vivió la peor matanza en la cadena de atentados en la capital francesa, en los que según el último recuento oficial fallecieron 129 personas y hubo 352 heridos.
jram