Unas cincuenta personas fueron detenidas y una treintena heridas en Seúl en una concentración para protestar contra medidas educativas y laborales del Gobierno, en la que participaron unas 130 mil manifestantes, según datos ofrecidos hoy por las autoridades surcoreanas.
Se trata de la mayor protesta por número de manifestantes desde 2008, cuando tuvieron lugar varias marchas multitudinarias contra la decisión del Ejecutivo de reanudar las importaciones de carne de res de Estados Unidos, según datos de la policía.
La protesta tuvo lugar en la tarde del sábado en la simbólica plaza de Gwanghwamun de la capital, y había sido convocada por 53 sindicatos y organizaciones surcoreanas para expresar el rechazo contra la reforma del mercado laboral y la revisión de los libros de historia que ha impulsado el Gobierno que lidera Park Geun-hye.
La manifestación se prolongó hasta la noche y derivó en enfrentamientos violentos entre manifestantes armados con tubos y barras de metal contra los antidisturbios, que trataron de repelerlos con cañones de agua, informó la agencia local Yonhap.
Las autoridades detuvieron a 51 manifestantes, de los cuales 49 continúan bajo arresto y pasarán a disposición judicial, según la Agencia Metropolitana de Policía Seúl.
Asimismo, 29 manifestantes resultaron heridos, entre ellos un agricultor de 69 años que se encuentra en estado crítico tras sufrir una hemorragia cerebral al ser abatido por un cañón de agua.
Varios agentes antidisturbios también sufrieron lesiones, aunque las autoridades surcoreanas no ofrecieron las cifras exactas, mientras que nueve autobuses policiales fueron destrozados en las protestas.
La Federación Surcoreana de Sindicatos (KFTU) emitió hoy un comunicado en el denunció estos altercados e instó al Gobierno a "perseguir a quienes instigaron los actos ilegales y a sus seguidores".
La organización sindical, una de las que convocaron la protesta, señaló que algunos manifestantes abandonaron el área donde la concentración había sido autorizada para atacar "de forma violenta" a la policía.
"Este tipo de altercados en el centro de Seúl sólo tiene el objetivo de minar las bases del Estado de Derecho, y supone una seria amenaza contra la sociedad surcoreana", añadió la KFTU, una de las dos mayores federaciones sindicales del país asiático.
lsm