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Tras dos intentos, Cataluña, una de las 17 comunidades autónomas que hay en España, sigue sin elegir presidente. El nacionalista Artur Mas (Convergencia Democrática de Cataluña), actual presidente en funciones tras las elecciones del 27 de septiembre, sufrió ayer un nuevo revés político al no lograr ser investido en la segunda votación.
Y todo ello apenas tres días después de haberle lanzado un órdago al gobierno de Mariano Rajoy (Partido Popular, PP), al haber iniciado el proceso de independencia catalán y haber aprobado en el Parlamento una resolución de independencia considerada anticonstitucional.
En esta segunda votación de investidura, a Mas le bastaba con obtener una mayoría simple, pero no lo logró. Sólo obtuvo los votos de los 62 diputados que forman la agrupación Juntos por el Sí que conforman CDC (su partido) y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC). Necesitaba los votos de dos de los 10 diputados de la Candidatura de Unidad Popular (CUP), una organización política radical de izquierdas, separatista, anticapitalista y euroescéptica que quedó segunda en las elecciones. Pero tal y como habían advertido, ninguno lo votó.
De modo que si para el 10 de enero Juntos por el Sí y la CUP no logran llegar a un acuerdo y no se logra la investidura del nuevo presidente, se deberán celebrar elecciones otra vez en marzo, una opción que nadie quiere, principalmente Mas, pues paralizaría el proceso de secesión.
Si durante las negociaciones Juntos por el Sí y la CUP acordaran presentar de nuevo a Mas (algo que la CUP no quiere) o a otro candidato de consenso (opción que también se descarta porque Mas no la aceptaría) la nueva votación de investidura sería igual que la primera. En primer lugar se necesitaría mayoría absoluta (68 diputados). Y en la segunda votación mayoría simple (64 diputados). Es decir, a los 62 diputados que tiene Juntos por el Sí se deberían sumar dos más para que hubiera 64 votos a favor y 62 en contra (los de la oposición).
Ante esta situación de tensión, el rey Felipe VI aprovechó ayer su discurso durante la ceremonia de entrega de acreditaciones a embajadores honorarios, para hablar sobre el tema catalán y lanzar un mensaje de confianza a los ciudadanos, al señalar que “la Constitución prevalecerá. La España constitucional de nuestros días es un patrimonio que nos pertenece a todos; pertenece al pueblo español, que es en el que reside la soberanía nacional y del que emanan todos los poderes del Estado”, subrayó, para terminar asegurando que “el rey, como jefe de Estado, estará siempre al lado de todos los españoles”.
Desde Malta, donde asistió a una cumbre sobre migración, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, se refirió al asunto catalán. Advirtió que si alguien vuelve a vulnerar la ley y desobedece al Tribunal Constitucional “yo no voy a mirar para otro lado”; cuestionado sobre si aplicará el artículo 155 que podría suponer la suspensión de las funciones de los dirigentes de la autonomía, dijo que por ahora no tiene previsto tomar medidas excepcionales.
Ayer la agencia de calificación Fitch rebajó en dos escalones la nota de inversión de la deuda de Cataluña. Es decir, a situación de bono de alto riesgo o bono basura, considerando los efectos del proceso secesionista catalán.