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Los ministros del Interior de la Unión Europea (UE) afirmaron que las deportaciones de migrantes irregulares desde la mancomunidad deben aumentar con el fin de disuadir nuevos casos.
“Tasas de deportación más elevadas deberían tener un efecto disuasivo sobre la migración irregular”, afirmaron los ministros luego de una reunión dedicada al tema en Luxemburgo.
La medida se enmarca en la respuesta europea a la actual crisis de refugiados, para lo cual los ministros decidieron que se dedicarán más de 800 millones de euros (unos 902 millones de dólares) de los presupuestos nacionales.
Los veintiocho coincidieron en que se deben aplicar “todo tipo de medidas” para garantizar que se cumplan las órdenes de expulsión, incluyendo “el uso de la detención como medida legítima de último recurso”.
Se comprometieron a aumentar las capacidades de los centros de detención de migrantes clandestinos y a reducir las posibilidades legales que tienen para recurrir de la sentencia de deportación.
La readmisión deberá figurar como cuestión prioritaria en todos los contactos políticos realizados por las autoridades europeas con países de origen de migrantes clandestinos.
“Se deberá usar un equilibrio entre incentivos y presión para aumentar la cooperación de terceros países en materia de readmisión y regreso. Se relacionará la mejora de la cooperación a beneficios en todas las áreas”, determinaron los ministros.
El titular luxemburgués, Jean Asselborn, cuyo país ejerce la presidencia semestral de la UE, defendió en rueda de prensa que “la política de regreso y de readmisión hace parte de los instrumentos destinados a luchar contra la migración clandestina y, al mismo tiempo, a proteger la integridad del sistema de asilo europeo”.
“Siempre dijimos que debemos ayudar a aquellos que necesitan, pero los que no tiene derecho a protección deberán regresar a sus países. Ni la reubicación, ni una eventual cuota de repartición (de refugiados) pueden funcionar si falla el control de las fronteras externas”, sostuvo.
Los ministros decidieron que las deportaciones serán financiadas en gran parte por el Fondo Europeo de Asilo y Migración, pero que los veintiocho deberán dedicar a ello más de 800 millones de euros de sus presupuestos en el ejercicio de 2014 a 2020.
Asimismo, la agencia europea de control de fronteras (Frontex) deberá ganar refuerzos para que pueda implicarse más en los procedimientos de deportación.
jlcg
