Un palestino y dos israelíes resultaron heridos en un posible ataque con un vehículo en el puesto de control militar de Zayem, en uno de los accesos orientales a Jerusalén, informaron fuentes policiales.
El portavoz policial, Luba Samri, explicó que dos israelíes, un hombre y una mujer, que viajaban en un vehículo junto al coche de un presunto atacante "fueron heridos leves", mientras que el supuesto agresor resulto también herido, aunque no de gravedad.
Según la narración policial, unos guardias de fronteras dieron el alto a un coche conducido por un palestino de Jerusalén Este cerca del asentamiento judío de Mishor Adumín (cercano a Jerusalén) pero, mientras estaba siendo revisado, el conductor huyó y, en la huida, golpeó a un coche.
Varios agentes lo persiguieron y fue localizado poco más tarde en el puesto de control de Zayem.
Cuando un guardia lo identificó y se dirigió hacia él, este trató de escapar marcha atrás, golpeando a otro coche, y luego condujo hacia el guardia de fronteras que "al verse en un peligro inmediato le disparó, hiriéndolo", señaló Samri.
Según el portavoz policial, "se ha iniciado una investigación para aclarar las circunstancias de la huida y el intento de arrollar a un policía".
Este incidente se une a otros registrados a lo largo de la jornada de hoy, la séptima consecutiva de violencia.
Un palestino resultó muerto y tres fueron heridos en varios intentos de apuñalamientos llevados a cabo por palestinos en Jerusalén Este y dos localidades israelíes, en los que al menos seis israelíes fueron heridos.
Además, 102 palestinos resultaron heridos en revueltas y en disturbios registrados en Cisjordania, según fuentes médicas palestinas.
"Hoy hemos registrado 308 heridos, diez de ellos por munición real, 102 por balas recauchutadas y otros 196 por inhalación de gas", señaló a Efe Abed Manasra, portavoz de la Media Luna Roja en Ramala, que añadió que los principales disturbios tuvieron lugar en el puesto militar de Beit El, a las afueras de esa localidad, en Jericó, al este de Jerusalén, y en el distrito de Hebrón, en el sur de Cisjordania.
"Todavía estamos en medio de una ola de terror. Actuamos con firmeza contra los terroristas, contra infractores de la ley y en contra de la incitación", señaló en un comunicado el primer ministro israelí, Benjamin Netanyaju, tras reunirse con responsables de seguridad del país para analizar la situación, que le ha obligado a cancelar una visita a Alemania, prevista para mañana.
Los disturbios que se suceden desde hace tres semanas se relacionan con la tensión en los últimos meses en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén Este, sagrada para judíos y musulmanes.
La situación empeoró hace una semana con los asesinatos el jueves y el sábado de cuatro israelíes en sendos ataques palestinos y, desde entonces, los disturbios no han dejado de sucederse y han dejado un saldo de cuatro israelíes y cinco palestinos muertos.
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