Madrid.— Rodrigo Rato, ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), ex vicepresidente del gobierno español de José María Aznar (Partido Popular) y ex ministro de Economía, acusado por la Fiscalía de cinco delitos de fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares testificó ayer durante tres horas ante el juez Antonio Serrano-Arnal.
Según la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (Onif) y la Fiscalía Anticorrupción, Rato cometió delitos fiscales, blanqueó dinero, tuvo sociedades opacas siendo vicepresidente del gobierno de Aznar y cobró comisiones a cambio de contratos cuando presidía Bankia.
Tras escucharlo, el magistrado lo dejó en libertad, aunque lo obligó a entregar el pasaporte.
En abril pasado, Rato, de 66 años, fue detenido durante ocho horas mientras duraron los registros en su vivienda y en su despacho y luego fue puesto en libertad al considerar el fiscal que no había necesidad de pedir su ingreso en prisión. En aquella ocasión se negó a prestar declaración ante el juez. Ayer sí aceptó por temor a que el magistrado decretara medidas cautelares más graves como su ingreso en prisión. En lugar de eso, el juez le obligó a entregarle el pasaporte, lo que le impedirá viajar a cualquier país que no pertenezca a la Unión Europea (UE) excepto a Suiza, paraíso fiscal en el que tiene varias cuentas corrientes y adonde ha viajado varias veces en estos últimos meses. También le obligó a presentarse en el juzgado una vez al mes.
Hace unos días ese mismo juez tomó declaración a su secretaria de toda la vida, Teresa Arellano, a su abogado y asesor fiscal Domingo Plazas, y al testaferro de la familia Rato Figueroa, Miguel Ángel Montero Quevedo, para determinar si el ex presidente de Bankia blanqueó el dinero que defraudó a Hacienda. Ninguno de ellos ingresó en la cárcel, pero se les impusieron comparecencias periódicas en el juzgado. También hace unos días el juez ordenó el embargo de sus bienes por un importe de 18 millones de euros, incluyendo su pensión del FMI.
Ayer, a su llegada al juzgado, Rato, quien como ministro de Economía y Hacienda y vicepresidente del gobierno de José María Aznar (1996-2004) se convirtió en el paladín de la lucha contra el fraude fiscal y se opuso a una ley de amnistía fiscal, fue increpado por un grupo de personas que le gritaron ladrón y ratero.