El guatemalteco Juan Carlos Monzón, ex secretario privado de la ex vicepresidenta Roxana Baldetti y clave en el engranaje de corrupción política de un millonario fraude en las aduanas que el pasado 3 de septiembre envió a prisión al dimitente ex presidente Otto Pérez Molina, advirtió tras entregarse sorpresivamente ayer en la mañana a la justicia de Guatemala que la red criminal que ejecutó la defraudación pretende hacerle callar.
Monzón, quien quedó preso y procesado por defraudación aduanera, cohecho pasivo y asociación ilícita, y supuesto encargado de darle a Pérez y a Baldetti el dinero ganado en el fraude, estuvo en fuga desde el 16 de abril pasado y su entrega voluntaria destapó nuevos hechos sobre uno de los más graves escándalos en Guatemala.
“Usted no tiene idea de la capacidad que aún tienen para hacerme callar”, declaró Monzón al comparecer ayer ante el juez Miguel Ángel Gálvez, del Juzgado Primero B de Mayor Riesgo, y tras afirmar que toda decisión sobre el fraude debía ser aprobada por Pérez y por Baldetti. “Soy el eslabón que el Ministerio Público (MP) necesita para cerrar esta investigación”, adujo.
“No se hacía nada sin la aprobación” de ambos, narró Monzón a Gálvez, quien le dictó auto de formal procesamiento y le dejó en prisión. Alegando temores a su seguridad y a la de su familia, Monzón se abstuvo de responder a preguntas del MP.
La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), instancia de la Organización de Naciones Unidas instalada en 2007 para depurar el aparato judicial, y el MP presentaron ayer grabaciones telefónicas sobre el involucramiento de Monzón.
Arrinconado por presiones políticas luego de que el MP y la CICIG revelaron el 16 de abril los primeros detalles del caso, el binomio presidencial debió renunciar. Baldetti dimitió el 9 de mayo y Pérez, el 2 de septiembre. Ambos permanecen presos y acusados de defraudación aduanera, cohecho pasivo y asociación ilícita.
Pérez y Baldetti son señalados por ambas instancias como jefes de una estructura criminal denominada La Línea, que cobró millonarios sobornos a importadores guatemaltecos a cambio de reducir el pago de impuestos por ingreso de mercancías a Guatemala. El fraude, ejecutado de mayo de 2014 a abril de 2015, supera los 3.6 millones de dólares, en un caso por el que hay 28 personas detenidas.
Monzón, quien era buscado por la Interpol y las autoridades de Guatemala ofrecían una recompensa por su captura, ofreció disculpas a sus parientes y a los guatemaltecos por el fraude.