Kabul.— La ONG internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció ayer que abandonó la ciudad afgana de Kunduz, ya que tras el bombardeo sufrido el sábado —que dejó 22 muertos y del cual culpa a Estados Unidos—, el hospital que gestionaban “ya no es operativo”.

Por el momento no se sabe si el sanatorio podrá reabrir sus puertas. Según explicó la portavoz Kate Stegeman, todos los pacientes del centro médico han sido trasladados a diversas instalaciones en la ciudad de Pul-e-Chumri o en la capital, Kabul.

La clínica, financiada exclusivamente mediante donaciones, se vio afectada el sábado por el bombardeo perpetrado en la región por las fuerzas aéreas estadounidenses. Al menos 22 personas perdieron la vida, entre ellas 12 empleados de MSF y 10 pacientes, incluidos tres niños, informó ayer en Berlín Christiane Winje, la portavoz de MSF. Además, las explosiones provocaron heridas a otras 37 personas.

Horas antes, la ONG había rechazado las acusaciones de que previo al bombardeo combatientes del talibán dispararon contra las tropas afganas y de la OTAN desde el hospital.

“Las puertas de las instalaciones estuvieron cerradas toda la noche, por lo que en el momento del bombardeo no había nadie más en el hospital además de los trabajadores y de los pacientes”, aseguró la organización.

Además, todo paciente, incluso los del talibán, es considerado como un civil no combatiente, según el derecho internacional humanitario. “En ningún caso se puede justificar el bombardeo de un hospital en funcionamiento”, subrayó el comunicado.

El portavoz del Ministerio de Salud afgano, Wahidullah Mayar, criticó el incidente. “Cualquiera que fuera la situación, va en contra del derecho internacional humanitario bombardear un hospital repleto de personal médico y pacientes”, dijo.

Kabul anunció ayer que indagará junto con sus aliados. También el Pentágono señaló que abriría una investigación. MSF exige, no obstante, una investigación independiente. Según sostienen, los bombardeos continuaron incluso después de que tanto las fuerzas militares afganas como Washington fueran informados de que las bombas habían impactado contra el hospital.

Joan Tubau, director general de la ONG en España, dijo que “bajo la clara presunción de que se ha cometido un crimen de guerra, MSF exige que un órgano internacional independiente lleve a cabo una investigación profunda y transparente del incidente”.

Desde la repentina toma de Kunduz por parte del talibán, el lunes, el gobierno intenta reconquistar la ciudad del norte de Afganistán con apoyo de la OTAN. Como parte de la operación EU ha realizado numerosos bombardeos.

Entre tanto, continúa la lucha por Kunduz, donde los insurgentes han sido expulsados en su mayor parte, pero sigue habiendo focos de resistencia. Los habitantes están encerrados en sus casas, sin comida ni electricidad.

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