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El Ministerio de Defensa ruso reconoció hoy que uno de sus aviones violó el pasado sábado el espacio aéreo turco y lo achacó a las malas condiciones meteorológicas, aunque garantizó que ya se han tomado las medidas para que incidentes como ése no se repitan en el futuro.
"El 3 de octubre, al concluir un vuelo de combate y durante una maniobra sobre una zona boscosa de montaña, un avión ruso Su-30 penetró por un corto espacio de tiempo, por unos segundos, en el espacio aéreo turco", dijo a Interfax el portavoz del Ministerio de Defensa para la operación militar rusa en Siria, Ígor Konashenkov.
El general ruso explicó que la base aérea de Jmeimim, a la que se dirigía el Su-30 tras completar su misión, se encuentra a unos 30 kilómetros de la frontera sirio-turca y que, con determinadas condiciones meteorológicas, el aterrizaje se debe abordar desde el norte, una zona muy próxima a Turquía.
"De esta manera, este incidente es consecuencia de unas condiciones meteorológicas adversas en esa zona. No hay que buscar otras causas", subrayó.
En cualquier caso, aseguró Konashenkov, el mando de la aviación rusa en Siria "ha tomado todas las medidas pertinentes para evitar estos incidentes de aquí en adelante"
El Ministerio de Exteriores turco afirmó hoy que un caza ruso penetró el pasado sábado, a las 9.08 GMT, en la provincia de Hatay, fronteriza con Siria, y regresó al país árabe tras ser interceptado por dos F-16 turcos.
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, advirtió hoy de que Turquía no permitirá a ningún país, amigo o enemigo, vulnerar su espacio aéreo y tomará todas las medidas para impedirlo.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, calificó ayer los bombardeos rusos de "inaceptables" y lamentó que Moscú diera ese paso en solitario, sin contar con Turquía.
En una reunión celebrada hoy en Bruselas con el presidente del Consejo Europea, Donald Tusk, Erdogan pidió la creación de una zona de exclusión aérea en Siria para impedir ataques a la población civil.
Moscú reaccionó enseguida para manifestarse en contra de la propuesta de Ankara y señalar que esa medida, que limitaría su capacidad de acción en el país árabe, no sería acorde al derecho internacional.
Occidente y algunos países árabes han denunciado estos días que la aviación rusa ha bombardeado a la población civil y a la oposición moderada que lucha contra el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, al que el presidente ruso, Vladímir Putin, ha apoyado públicamente en reiteradas ocasiones.
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