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Madrid.— El periodista y escritor Tomás Alcoverro lleva más de 40 años como corresponsal en Medio Oriente del diario catalán La Vanguardia. Ha cubierto invasiones, revoluciones, golpes de Estado y guerras como la de Líbano, la de Irak y ahora la de Siria y es autor de varios libros, como Espejismos de Oriente. Alcoverro habla con EL UNIVERSAL sobre la situación en Siria tras los bombardeos de Rusia.
Hace unos días Rusia decidió bombardear Siria para ayudar a su presidente, Bashar al-Assad, contra las fuerzas de la oposición. ¿Le ha sorprendido la decisión de Vladimir Putin?
—No. Desde los años 70 las relaciones entre la Unión Soviética y Siria son muy importantes. Y no sólo en el aspecto político y militar, también en la construcción de infraestructuras como fue la construcción de la presa de Tabqa (la mayor del país). Ahora Putin, después de un eclipse diplomático de Rusia en Medio Oriente, ha vuelto a reanudar esta tradición. Tiene varias razones para ello. Rusia está en las puertas de Asia menor y Putin teme que haya un contagio del terrorismo yihadista, sobre todo en las repúblicas musulmanas del Caúcaso, en concreto en Chechenia. De hecho, ya se ha dicho que allí entre los terroristas yihadistas hay chechenos. Así que Putin quiere persuadir a la comunidad internacional de que ayudar al presidente sirio es la mejor manera de combatir a los yihadistas. Además, Putin cree que los occidentales no hacen nada concreto para acabar con el Estado Islámico (EI).
¿Coincide con él?
—Estamos en un momento horrible donde los occidentales y los europeos, a pesar de todas las palabras que dicen, no hacen prácticamente nada por acabar con el EI. Hay estas ambigüedades de Estados como Qatar que está, por un lado, apoyando a los rebeldes y por otro lado dice que está con la coalición.
En Europa todo el mundo se ha puesto del lado de la revolución y contra el régimen sin saber lo que era el régimen sirio. Desde el principio el conflicto de Siria se vio de una manera muy miope. Las grandes televisoras, empezando por Al-Jazzera y la prensa occidental, hablaron de una revolución contra una dictadura y esto no es verdad. La dictadura siria es un dictadura pero la revolución de los opositores lamentablemente no es una revolución.
Es cierto que en la guerra hay dos bandos. Uno apoya a los de la oposición y están muy divididos, y otro apoya al régimen de Bashar al-Assad. Los primeros creen que el presidente sirio es el responsable de la situación y el que ha fomentado la creación del EI. Los segundos, entre los que me encuentro, dicen todo lo contrario. Que era un régimen que no tenía nada democrático y en el que había represalias a los enemigos, pero que era un régimen estable, donde la gente podía vivir. Y ahora se ha destruido, como ha ocurrido en Irak.
EU está acusando a Rusia de atacar zonas que no son del EI y de haber provocado víctimas entre la población civil. ¿Qué le parece?
—EU está muy lejos de esta región, así que no me parece muy natural esta injerencia en Siria. Con respecto a lo que dice, los otros dirán que los bombardeos estadounidenses no han servido para nada. Y esto último sí que es verdad, puesto que el EI ha duplicado su extensión. Tampoco hay una coalición internacional [que lidera EU], de hecho. Cada país tiene sus intereses. También se dice que estos bombardeos van a favorecer más al presidente de Siria que derrotar o debilitar al EI, y es otra de muchas tantas especulaciones.
Se habla de que Putin podría acabar dejando caer a su aliado Bashar al-Assad, como quiere EU.
—No lo sé. No me gusta entrar en especulaciones. Lo que creo es que la guerra va a durar muchos años. Aquí no nos damos cuenta pero hay muchos países que están con el régimen sirio o que no están en contra de él. La guerra se está internacionalizando. De ser una cosa local ahora hay medio mundo metido. Y también creo que no va a haber una transición. Los dos bandos están muy enfrentados. Y la oposición armada y el EI no son coherentes, ni están unidos ni tienen el respaldo popular. Y los que mandan no son los moderados sino quienes tienen las armas, el EI, y ellos nunca se sentarán en una mesa de negociación. Con respecto a Al-Assad, sí va a continuar con su gobierno. Eso me parece seguro. Ha resistido y lo sigue haciendo.
¿No ve solución?
—No. Ni militar ni política ni internacional. Al revés. Si en este momento Rusia apoyara más el régimen de Al-Assad, que se considera el enemigo, los occidentales verían la solución mas lejos. Es una guerra complicada, de muchos intereses y donde desgraciadamente el pueblo sirio es la víctima.