La Agencia de Investigación Francesa (BEA) mandará a dos de sus expertos a Egipto para participar en las pesquisas sobre la causa del accidente del Airbus A321 en la península del Sinaí junto a otros seis técnicos enviados por la propia compañía aeronáutica.
En un comunicado, la BEA -uno de los organismos de investigación de accidentes aéreos más reputados del mundo- explicó que participará como representante del Estado de concepción del avión, junto a sus homólogas de Alemania, donde se construyó el aparato, y de Rusia, país que lo explotaba.
"Un primer equipo compuesto por dos investigadores de la BEA, acompañados de seis consejeros técnicos de Airbus, partirá haciaEgipto mañana domingo", señaló la agencia, y agregó que a estos se unirán dos expertos de la agencia alemana y cuatro de la rusa.
Pese a todo, recordó que cualquier comunicación sobre los avances de la investigación depende exclusivamente de las autoridades de aviación civil egipcias.
El Airbus A321 que se estrelló hoy en el Sinaí causando la muerte a sus 224 ocupantes había sido fabricado en 1997 y acumulaba unas 56.000 horas de vuelo en casi 21.000 viajes, según indicó hoy la compañía aeronáutica.
Las autoridades egipcias y rusas descartaron la posibilidad de que el avión de la compañía rusa MetroJet hubiera sido derribado desde tierra.
"Expertos aseguraron que técnicamente no se puede derribar un avión que vuela a esa altura, y es la caja negra la que determinará la causa", declaró en una rueda de prensa el primer ministro de Egipto, Sherif Ismail.
En un comunicado, el grupo yihadista Wilayat Sina, filial egipcia de la agrupación terrorista Estado Islámico, había asegurado que el Airbus fue derribado por sus combatientes.