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“No es un cambio radical”

Aún con la modificación, las parejas chinas seguirán sin tener el número de hijos que desean, señala M. Giovanna Merli

Las excepciones contempladas para autorizar un segundo hijo ya beneficiaban a un gran número de parejas (EFE)
30/10/2015 |04:00J. Jaime Hernández / Corresponsal |
Redacción El Universal
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Washington.— Apurados por las circunstancias y a destiempo. Esa es, en síntesis, la valoración que hace la profesora y experta en demografía y salud en China, M. Giovanna Merli, de la Universidad de Duke, tras los cambios anunciados por ese país para modificar la política de un solo hijo.

¿Por qué ahora? ¿Qué hay detrás de estos cambios anunciados por China?

—Hay que tener en cuenta que este no es un cambio radical, sino sólo un ajuste final. Hasta ahora, los ajustes en este terreno habían sido graduales y las excepciones contempladas para autorizar un segundo hijo ya beneficiaban a un gran número de parejas.

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Antes de este último ajuste, por ejemplo, las únicas parejas que no eran elegibles para un segundo hijo eran matrimonios en los que ambos cónyuges tenían un hermano. Así es que esta es la última fase de lo que ha sido un ajuste gradual y lento proceso para llegar a la política de los dos hijos.

Hoy esos cambios son necesarios porque la legitimidad política se encuentra amenazada por el rápido proceso de envejecimiento de la población y sus costos asociados.

¿Puede decirse que el envejecimiento de la población se ha convertido en un poderoso factor de este cambio?

—Sí, cuando la disminución de la fecundidad ha sido tan rápida como en China [la debacle comenzó en serio en los años 1970, antes incluso de la implementación de la política de un solo hijo], el problema se ha agravado con una rápida tasa de envejecimiento de la población. Cada vez hay menos trabajadores [y contribuyentes]. Al mismo tiempo, habrá menos niños y también menos atención de padres ancianos en un entorno donde las instituciones gubernamentales encargadas de velar por el bienestar de los ancianos todavía no están bien desarrolladas.

Que China haya cambiado su política para que las parejas puedan tener ahora hasta dos hijos significa, al mismo tiempo, que las familias siguen sin tener la libertad para elegir el número de hijos que desean.

—Esta nueva política implica que las parejas chinas seguirán sin tener el número de hijos que desean y cuando ellos quieran.

¿Qué retos implica este cambio?

—Los obstáculos de la implementación de la política a nivel local, los intereses de los gobiernos locales y las consideraciones financieras, es decir, los costos asociados, pueden reducir los incentivos para implementar este cambio de política. Hoy en día las familias chinas están cada vez menos dispuestas a tener un segundo hijo debido a los costos y [menores] oportunidades de competir en el mercado laboral.