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Beijing.— China anunció ayer la eliminación de la política del hijo único que llevaba más de tres décadas en vigor y a partir de ahora todas las parejas podrán tener dos descendientes, señaló un comunicado emitido por el Comité Central del Partido Comunista Chino, que sesiona en Beijing.
En la reunión de cuatro días, el máximo órgano de decisión del partido aprobó también el nuevo plan quinquenal para el periodo 2016-2020, que tiene que ser ratificado en marzo por el Congreso del Pueblo, el Parlamento chino.
El sorprendente giro en la política familiar ordenada por el Estado es una respuesta al rápido envejecimiento de la población en el país, que cuenta con mil 350 millones de personas en la actualidad. A finales de 2013, Beijing había adoptado una flexibilización de la política de control de la natalidad, pero sólo se había aplicado en algunas provincias. La medida establecía que las parejas en las que uno de los progenitores era hijo único podían tener dos vástagos.
La medida no condujo a un babyboom. A raíz de los elevados alquileres y los elevados costes de las escuelas, muchas parejas en las urbes temen no poder permitirse un segundo hijo. “Sólo si se redujeran los costes de educar a un hijo, funcionaría esa política”, señalaron chinos en foros de internet.
“Sólo los ricos se pueden permitir un segundo hijo”, dijo Wang, un taxista que tiene un hijo de 11 años. “No podría criar a un segundo hijo”. Otros creen que la nueva política llegó tan tarde que no frenará el cambio demográfico. La política de hijo único siempre fue cuestionada por su estricta aplicación con la obligación de realizar abortos aunque el embarazo estuviera muy avanzado, entre otras medidas obligatorias.
La organización internacional Human Rights Watch (HRW) saludó la derogación de esta política señalando que se trata de “un paso en la dirección correcta”, según dijo Sophie Richardson, quien advirtió que, en todo caso, la política de dos hijos no significa que vaya a haber libertad reproductiva en China. “El Estado sigue invadiendo de forma arbitraria e innecesaria los derechos reproductivos de las personas”, consideró.
El gobierno de Estados Unidos externó su beneplácito por el anuncio chino, que el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, definió como un paso “positivo”. También dijo que espera que algún día ese país elimine “por completo” los límites al número de hijos por pareja.
La política del hijo único fue introducida en 1979 para evitar una explosión demográfica. Sin las estrictas medidas hoy vivirían en China unos 300 millones más de personas.
La Academia de Ciencias Sociales de China propuso una política de dos hijos como solución al envejecimiento y la caída de la natalidad. Según los datos demográficos, cada mujer tiene en el país menos de 1.6 hijos, cuando hace falta una cuota de 2.1 para una estabilidad de la población.
