El alcalde de la capital italiana, Ignazio Marino, que la víspera retiró su dimisión en abierto desafío al primer ministro, Matteo Renzi, es indagado por peculado y fraude, informaron  medios locales.

Según los diarios La Repubblica y Corriere della Sera, la fiscalía de Roma abrió dos indagaciones contra Marino.

En la primera es investigado por peculado por haber incurrido en supuestos datos falsos en algunas facturas presentadas como gastos de representación.

En la segunda indagación se hipotiza el fraude en la administrción de la organización no gubernamental Image Onlus, fundada por el también cirujano en 2005 para llevar ayuda sanitaria a Honduras y el Congo.

De acuerdo con el Corriere della Sera, el caso tiene que ver con presuntas irregularidades en dos contratos que esa ONG habría suscrito para beneficiarse con desgravaciones fiscales.

Los abogados de Marino aseguraron que el caso fue archivado porque su cliente no tenía nada que ver con él, pero la fiscalía romana desmintió tal versión.

La víspera el alcalde retiró su dimisión, presentada el pasado 12 de octubre, a la que fue forzado por su Partido Democrático (PD, centroizquierda) y, en particular, por Renzi, que es también secretario general de esa formación política, luego de que saliera a la luz la cuestión de las facturas irregulares.

Tras la renuncia la ley daba al alcalde un plazo de 20 días, que concluiría el próximo lunes, para repensar su decisión antes de que se nombrara a un comisario extraordinario al frente de la ciudad en espera de nuevas elecciones.

Electo en 2013, Marino fue acusado de incompetencia en la administración de la capital, cada día más caótica, y por haber cometido una serie de pasos falsos cuando ya tenía el agua al cuello, como irse de vacaciones a Estados Unidos mientras en Roma se celebraba a lo grande el funeral de un jefe del crimen organizado.

Asimismo, el Papa Francisco desmintió públicamente haber invitado a Marino a un acto en Filadelfia en septiembre pasado, al que se presentó con la aparente intención de fotografiarse al lado del jefe de la Iglesia y congraciarse así con el electorado católico.

Sin embargo, según algunos observadores en realidad el Vaticano no perdonó al alcalde, de 60 años de edad, el haber regularizado las uniones de algunas parejas del mismo sexo.

En tanto, se espera que este mismo viernes se defina el destino de Marino, que sería obligado a irse por la renuncia colectiva de los 19 concejales municipales de su partido, a los que se unirían seis de la oposición necesarios para alcanzar el quórum que permita disolver el ayuntamiento.

jlc

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses