Washington.— El reinado de Donald Trump en las encuestas llegó ayer a su fin con el ascenso del médico cirujano, Ben Carson, como nueva estrella en la disputada carrera por la nominación del Partido Republicano a la presidencia.
Según una encuesta realizada por The New York Times y la cadena CBS, Carson se coloca a la cabeza con 26% de respaldo entre la base republicana a nivel nacional, contra 22% del magnate del sector inmobiliario.
El relevo de Trump del primer puesto se produce luego de más de dos meses de liderazgo indiscutible y a sólo unas horas del tercer debate de los aspirantes republicanos en la Universidad de Colorado, en la ciudad de Boulder, hoy. “No lo entiendo”, aseguró ayer un descreído Trump durante una entrevista con la cadena MSNBC en la que reconoció que Carson lo estaba “haciendo bien”.
“El ascenso de Carson lo ha conseguido gracias al apoyo de la base evangélica y, al mismo tiempo, a la desconfianza de los sectores conservadores más cultos que creen que Trump no está preparado para asumir la presidencia”, consideró el analista Ron Brownstein.
Aun así, en el muestreo de otros sondeos como los de RealClearPolitics, Trump se mantiene a la cabeza de las preferencias con un margen de 26% contra 22% de Carson.
Pese a la volatilidad de las encuestas, los expertos en el tema coinciden en señalar que el hecho de que Carson haya conseguido superar a Trump y consolidar su liderazgo en Iowa, demuestra que aunque sea muy difícil predecir su victoria, es un candidato al que “hay que tomar muy en serio”. Carson “ya concentra 36% [de apoyo] de los evangelistas, lo cual quiere decir que está conectando mejor con la base conservadora”, consideró Harry Enten, un analista y experto en demoscopia.
La cotización a la baja de Donald Trump en las encuestas era saludada con entusiasmo entre algunos miembros del establishment republicano que siempre han recelado del magnate multimillonario.
“La encuesta de The New York Times demuestra que los apoyos de Trump han comenzado a desmoronarse”, consideró John Sununu, ex gobernador de New Hampshire, jefe de gabinete durante la presidencia de George H. W. Bush y un experimentado estratega republicano.
“Espero que en los próximos meses los ciudadanos terminen de darse cuenta de que ni Trump ni Carson son candidatos que tienen sentido de lo que es una presidencia y comiencen a voltear a quienes sí ofrecen soluciones a los problemas del país y liderazgo”, añadió Sununu.
El vuelco que Carson ha conseguido darle a las encuestas, particularmente en el caso de Iowa, se produce a sólo unas horas del tercer debate que se celebrará este miércoles en la Universidad de Colorado, en la localidad de Boulder. Esa circunstancia le ha imprimido mayor expectación a un evento que será aprovechado por Trump para tratar de evitar que Carson crezca más.
Pero Trump tendrá que cuidarse, a la vez, de la ofensiva que lanzarán el senador por Florida, Marco Rubio, y el ex gobernador de ese mismo estado Jeb Bush, quienes se encuentran en tercer y cuarto lugar, respectivamente, de las encuestas a nivel nacional con un apoyo de 9% y 7%.
“Lo interesante de este tercer debate es que ni Trump ni Carson lo han hecho muy bien en los primeros dos debates. Ambos han demostrado que no son muy buenos a la hora de debatir propuestas e ideas. Por eso mismo será muy interesante observar su actuación en este tercer debate”, consideró Brett O’ Donnell, experimentado estratega del Partido Republicano.
El debate de CNBC está pensado para una audiencia más limitada que los anteriores, organizados por CNN y Fox News, ya que se emitirá sólo para abonados de cable y se centrará en política económica, fiscal, empleo e innovación. Primero debatirán los cuatro aspirantes que van a la cola de las encuestas y, posteriormente, los 10 primeros (Carson, Trump, Bush, Rubio, Ted Cruz, Mike Huckabee, Rand Paul, Chris Christie, Carly Fiorina y John Kasich).
Con información de EFE