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elena.hernandez@eluniversal.com.mx
Larry Rubin, presidente de American Society, la organización que representa a la comunidad estadounidense en México, la más grande fuera de Estados Unidos, habla en entrevista con EL UNIVERSAL sobre el discurso antiinmigrante del precandidato presidencial del Partido Republicano Donald Trump, de quien considera no ganará ni siquiera la nominación de su grupo, ni le interesa ganarla, ya que su objetivo es promover su imagen y su marca. Opina que su retórica beligerante opaca a los republicanos, de cuyo partido han salido los mandatarios que más pactos han firmado en favor de nuestro país.
¿Cómo evalúa la retórica antiinmigrante republicana en la contienda por la presidencia de EU?
—La retórica antiinmigrante no viene del Partido Republicano, sino de uno de sus candidatos, Donald Trump. Opaca el mensaje del Partido Republicano, que está trabajando con hispanos y está conformado por muchos de ellos. Pero hay otros candidatos, como Jeb Bush —quien está casado con una mexicana—, con el que la comunidad latina comulga muy bien.
Pese a ello, Bush cae en las encuestas mientras Trump sigue a la cabeza, ¿será que hay una gran proporción de estadounidenses que apoya su campaña antimigrante?
—Las encuestas pueden cambiar de un día a otro. Sí ha habido mucho interés por los mensajes que dice, pero no es lo mismo popularidad, que es lo que estamos viendo, a que el ciudadano vote por él. Es decir, popularidad no es sinónimo de voto.
Y si sí votaran por Trump y ganara la presidencia, ¿sería catastrófico para los mexicanos?
—En EU el poder se divide y no depende sólo del presidente. Por ejemplo, el Tratado de Libre Comercio lo aprobó el Legislativo; la reforma migratoria también depende de ese poder. Pero para empezar, yo no veo que Donald Trump quede como candidato republicano, mucho menos como mandatario de Estados Unidos, y creo que ni es de su interés, el objetivo particular de Trump es promover su imagen y su marca para fines totalmente mercantiles.
Aunque no ganara Trump, ¿su campaña pudo haber avivado el odio racial entre sus simpatizantes, que implique un riesgo para la convivencia de los hispanos en EU?
—No creo que haya un riesgo, al momento en que Trump apague su campaña para seguir con sus intereses empresariales, también veremos que estos actos racistas se apagarán con él. Además, la dominancia de la cultura mexicana e hispana en EU es más que evidente y lo podemos ver en la cantidad de negocios y de cultura que existe allá, algo que la comunidad estadounidense no sólo acepta, sino que participa.
Y si no fuera Trump, sino otro republicano el próximo presidente, ¿cómo le iría a los mexicanos?
—A los mexicanos siempre le ha ido mejor con los republicanos, si recordamos, Barack Obama es el presidente de Estados Unidos que más migrantes ha deportado y también tenemos que ver que el TLC, que tanto ha beneficiado la economía de México en EU y Canadá, se hizo con un presidente republicano; la Iniciativa Mérida que ha beneficiado a México con recursos económicos y de inteligencia en la lucha contra el crimen, ha sido con gobiernos republicanos.
Hillary Clinton, la candidata demócrata favorita, ha salido a la defensa de esa comunidad frente a los ataques de Trump, ¿lo ve como estrategia de campaña o un interés genuino en favor de los hispanos?
—Yo creo que es sólo retórica. Ella estaba al frente de la Secretaría de Estado de EU y era brazo derecho de Obama cuando hubo las grandes deportaciones de hispanos y de migrantes, entonces ahí hay cierta desconexión con lo que dice ahora, lo veo como un juego político.