Human Rights Watch (HRW) pidió a las autoridades rusas que investiguen dos supuestos bombardeos efectuados por su aviación en la provincia central siria de Homs, que violaron las leyes de la guerra al matar a 59 civiles.
Según los testimonios de los residentes, recogidos por el comunicado de HRW, el ataque más mortífero tuvo como blanco una vivienda del pueblo de Gantu en la que vivía la familia Assaf, vinculada con un comandante local del Ejército Libre Sirio (ELS).
Este bombardeo, realizado el pasado 15 de octubre, causó la muerte a 46 miembros de esa familia, entre ellos 32 menores de edad y doce mujeres.
"Toda la familia estaba escondida en un refugio construido en el sótano de la casa", según el activista Abu Mohamed, citado por HRW, que mientras ayudaba en el rescate dice que solo veía "resto de extremidades y escombros".
Ese mismo día, otro aparente ataque aéreo ruso golpeó una panadería en el cercano pueblo de Ter Maaleh, donde perecieron trece civiles y un comandante del ELS.
Un activista, apodado Amer al Naser, señaló sobre este suceso que cuatro casas quedaron totalmente destruidas y los cuerpos tan desfigurados que solo se les reconocía por su vestimenta.
Los habitantes de la zona apuntaron que los citados ataques fueron efectuados por la aviación rusa, mientras que desde Moscú se informó de que habían ofrecido respaldo aéreo el 15 de octubre a las fuerzas sirias en Homs, sin precisar las áreas.
"Rusia debe garantizar que toma todas las precauciones para proteger a los civiles y que los civiles pueden abandonar la zona si quieren sin ser atacados por los bombardeos rusos o sirios", dijo el subdirector de HRW para Oriente Medio, Nadim Hury.
Estos bombardeos fueron parte de una amplia campaña de las aviaciones rusa y siria contra un enclave del norte de Homs que está bajo el control de grupos armados opositores y en el que viven unos 50 mil civiles.
En su nota, la ONG subrayó que aún en el caso de que el blanco del ataque fueran los comandantes rebeldes, se causó un "daño desproporcionado e indiscriminado" a los civiles, que supone una violación de las leyes de la guerra.
La intervención rusa "escribe una nueva historia"
El presidente sirio, Bachar al Asad, aseguró que la intervención rusa en su país "escribe una nueva historia porque esa guerra determinará el futuro de la región y del mundo".
En una reunión con una delegación de parlamentarios rusos en Damasco, Al Asad subrayó también que "la erradicación de las organizaciones terroristas conducirá a una solución política", según las declaraciones difundidas por la agencia oficial siria SANA.
El mandatario sirio agradeció el apoyo de Moscú e hizo hincapié en la importancia de consolidar las relaciones bilaterales, en concreto en el ámbito de la lucha antiterrorista y en el reparto de ayuda humanitaria.
Por su parte, la delegación rusa, encabezada por Sergei Gavrilov, destacó que los esfuerzos de Al Asad establecen "los cimientos para restaurar la paz y la estabilidad en Siria".
Además, de acuerdo a lo publicado por SANA, los diputados rusos indicaron que la lucha es "contra un enemigo común y la victoria es incuestionable".
Rusia comenzó su campaña de bombardeos en territorio sirio el 30 de septiembre pasado, en su primera intervención militar directa en este país desde el estallido del conflicto en 2011.
jlc