Ginebra/Praga.— Naciones Unidas acusó ayer a República Checa de cometer violaciones sistemáticas de los derechos humanos al retener a los refugiados hasta 90 días y desnudarlos para registrarlos en busca de dinero para que paguen su propia detención.
La violaciones parecen ser “una parte integral” de la política del gobierno checo para evitar que inmigrantes y refugiados ingresen al país o permanezcan allí, dijo el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al-Hussein, en un comunicado.
El portavoz presidencial checo, Jiri Ovcacek, respondió diciendo que “está fuera de lugar criticar a la República Checa por violar los derechos de los refugiados”. Resaltó que existe una campaña contra su país por haber votado en contra de las cuotas obligatorias de reparto de 120 mil asilados, acordadas por mayoría en el Consejo Europeo.
La República Checa se encuentra al norte de las principales rutas que los inmigrantes toman a través de los Balcanes hacia Alemania. Sólo ha recibido una fracción de los cientos de miles que cruzan a través de Hungría y Austria. Muy pocos piden asilo en ese país.
En tanto, Eslovenia criticó ayer en duros términos a su vecino Croacia por la situación que se vive en la frontera bilateral con los refugiados. Lo acusa de actuar de un modo “irresponsable” al trasladar a miles de personas a la frontera con Eslovenia y permitir que mujeres y niños pongan en riesgo sus vidas cruzando un río, señaló el Ministerio del Interior esloveno.
Las autoridades en Eslovenia enviaron en cuatro trenes hacia Austria a unos 2 mil migrantes que estaban en un campo de refugiados en la frontera con Croacia. Hungría ofreció ayer trenes especiales para el traslado a Grecia y Turquía de refugiados a los que se les ha negado el asilo en Europa occidental.
Suecia dijo ayer que espera la llegada de hasta 190 mil inmigrantes este año, generando una tensión sin precedentes en un país famoso por acoger a refugiados, pero que planea alojar a muchos en tiendas de campaña este invierno. La policía alemana advirtió ayer de la creciente amenaza de ataques contra políticos por radicales irritados por el flujo de inmigrantes, y dijo que los delitos contra refugios han aumentado dramáticamente.