Moscú.— El presidente sirio, Bashar al-Assad, viajó el martes por primera vez fuera de su país en más de cuatro años para abordar con su homólogo ruso y gran aliado, Vladimir Putin, la marcha de las operaciones contra el Estado Islámico (EI). Sobre la visita relámpago del líder sirio a la capital rusa, el Kremlin informó ayer cuando Al-Assad se encontraba ya de regreso en Damasco.
El encuentro en Moscú se produjo la noche del martes a invitación de Putin y, en él, Al-Assad agradeció la intervención rusa en el conflicto que vive su país y que, dijo, fue “esencial” para ayudar a frenar la expansión del “terrorismo”, que calificó como “un obstáculo real en el camino hacia una solución política”. El régimen sirio y sus medios califican de “terroristas” a todos los rebeldes, incluyendo a grupos moderados.
El Kremlin informó que durante la visita de Al-Assad también se habló sobre la operación militar. Los mandatarios habrían hablado sobre “la lucha contra los terroristas y los grupos extremistas” y sobre el apoyo que el ejército sirio está recibiendo de la fuerza aérea rusa. “El objetivo prioritario es la lucha contra las organizaciones extremistas y terroristas, y después ya vendrá alguna clase de arreglo político”, dijo Dmitri Peskov, portavoz del Krem- lin, a medios locales. Putin informó posteriormente al rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdelaziz, y al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sobre la reunión con Al-Assad.
John Kirby, portavoz del Departamento estadounidense de Estado, dijo que la reunión entre Putin y Al-Assad no fue sorpresiva y que “seguramente Rusia le ha ofrecido [a Siria] una cantidad de respaldo militar”. Añadió que la reunión no incidirá en la que celebrarán este viernes en Viena el secretario de Estado, John Kerry, y su par ruso, Serguei Lavrov. En el encuentro participarían los jefes de la diplomacia de Turquía y Arabia Saudita.
Horas antes, el Pentágono acusó a Rusia de utilizar en Siria bombas de racimo, prohibidas por una convención internacional a la que no se han sumado EU ni Rusia. Según activistas sirios, dichas bombas han caído en las cercanías de Idlib y Hama.
En el terreno, la situación sigue siendo acuciante. Según informó el diario turco Hürriyet, con base en declaraciones del presidente del Consejo Turcomano, Abdurrahman Mustafa, unas 50 mil personas se han puesto en marcha desde Aleppo hacia Turquía, que ya alberga a unos 2 millones de refugiados sirios.
Además, las autoridades kurdas en Siria declararon la región de Tal Abyad, ubicada en la nororiental provincia de Al Raqa, como nueva zona autónoma, luego de que el pasado 15 de junioarrebataron el territorio al EI. El Partido de la Unión Democrática (PYD, por sus siglas en kurdo) ha declarado autónomas Abiad, Mansur y Salum.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó, por su parte, que sus fuerzas bombardearon ayer más de 80 objetivos en Siria. Agencias