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Los miembros de 96 familias divididas de Corea del Norte y del Sur protagonizan la segunda jornada de reencuentros, en la que hubo reuniones individuales entre parientes que habían perdido el contacto hace más de seis décadas.
Los 389 surcoreanos y 141 norcoreanos que participan en la primera de las dos rondas de reuniones se sentaron a la mesa para una comida colectiva en el complejo turístico del monte norcoreano Kumgang donde se celebra el evento, indicó a Efe una portavoz del Ministerio de Unificación en Seúl.
Antes de la comida se produjeron citas individuales en las que los participantes, la mayoría personas de edad avanzada, tuvieron la oportunidad de pasar dos horas en una sala a solas con sus familiares del otro lado de la frontera.
Más tarde se celebrará una nueva reunión en grupo en el principal salón de actos de este complejo ubicado al sureste de Corea del Norte y finalmente el jueves se producirá la sesión de despedida en la que los miembros de las familias deberán decirse adiós sin saber si se volverán a encontrar en vida.
La mayoría de participantes son ancianos de más de 70 y 80 años que se vieron obligados a separarse de sus parientes durante la Guerra de Corea (1950-53), un conflicto que confirmó la división irreconciliable de la península coreana y dejó la frontera herméticamente cerrada.
Desde 1985 se han celebrado 20 encuentros -contando el actual- en los que casi 19 mil coreanos se han reencontrado con sus familiares por unos días, pero nunca ha sido posible regularizar las reuniones y éstas han dependido de la situación política entre ambos países.
El encuentro iniciado ayer es, además, el primero desde febrero del año pasado y el segundo desde noviembre de 2010.
La segunda ronda de encuentros comenzará el sábado y en ella participarán 90 familias divididas hasta el lunes, con un calendario de reuniones similar al de la primera etapa.
mgg