Zagreb.— Eslovenia desplegó al ejército para reforzar el control de sus fronteras y solicitó la ayuda de la Unión Europea (UE) después de que el pequeño país balcánico se vio desbordado por la llegada de casi 20 mil refugiados en los últimos cuatro días.

“Eslovenia pide a los países miembros de la UE y a las instituciones europeas que tomen parte activa en afrontar este peso de magnitud desproporcionada para nuestro Estado”, señaló el gobierno del centrista Miro Cerar, quien explicó que las tareas del ejército serían de apoyo a la policía.

En un primer momento se limitaría su validez a tres meses y los primeros soldados podrían ser enviados hoy.

El país, de 2 millones de habitantes, agotó su capacidad para acoger y atender a los miles de refugiados que entraron en su territorio después de que Hungría selló su frontera con Croacia, el sábado pasado.

Según fuentes oficiales, unos 19 mil 500 inmigrantes y refugiados han llegado al país desde esa fecha. Tan sólo ayer, hasta el mediodía habían entrado 6 mil personas, informó el secretario de Estado del Ministerio del Interior, Bostjan Sefic, en Liubliana.

También se informó que unos 2 mil migrantes y refugiados de Medio Oriente escaparon de un centro de acogida en Sentilj, una localidad eslovena cercana a la frontera con Austria, adonde ya llegaron. El gobierno esloveno critica al austríaco, al que acusa de ralentizar la entrada de los refugiados, algo que Austria niega.

Eslovenia ha limitado la entrada a 2 mil 500 refugiados por día, lo que ha provocado un efecto dominó con congestiones en el paso de refugiados en otras fronteras, como la de Serbia con Croacia. Así, hasta 5 mil refugiados lograron ayer entrar en Croacia de forma ilegal pese a la presencia de policías fuertemente armados en la frontera, informó el ministro del Interior serbio, Nebojsa Stefanovic, a medios serbios.

La multitud consiguió cruzar el paso fronterizo de Berkasovo, en Serbia, hacia el de Bapska, en Croacia, informó el ministro en Belgrado.

Ante la situación, Croacia también está considerando construir una valla fronteriza con Serbia, informó el diario Jutarnji list, aunque el jefe de gobierno, Zoran Milanovic, lo calificó como el último de los recursos.

En tanto, miles de refugiados pasaron la noche del lunes a martes bajo la lluvia y el frío, esperando a que se les permitiera el paso desde Serbia a Croacia y desde este país a Eslovenia.

“La noche pasada [lunes] ha sido una de las más difíciles. Hemos tenido una afluencia enorme de gente, muchas familias separadas. Personas que llegaban literalmente desnudas y descalzas, empapadas por la lluvia”, comentó a los medios la portavoz de la Cruz Roja croata, Katarina Zoric. Las ambulancias y los equipos sanitarios tuvieron que atender en esa frontera a varias mujeres embarazadas y niños que presentaban síntomas de hipotermia.

En este contexto, la Comisión Europea (CE) decidió ayer acelerar las negociaciones de liberalización de visados y ayuda financiera con Turquía para convencer al país de firmar un plan de acción conjunta para detener el flujo de refugiados. Como parte de la ofensiva, dos funcionarios del Ejecutivo europeo se desplazaron ayer a Ankara para mantener conversaciones con sus homólogos turcos.

La oleada de refugiados que viaja a Europa desde Turquía cruzando el Egeo no deja de crecer: desde el viernes han llegado a las islas griegas casi 29 mil inmigrantes y refugiados, dijo ayer el diario conservador Kathimerini, citando como fuente a la policía.

Según la guardia costera, 2 mil 336 inmigrantes fueron trasladados en ferries desde las islas de Lesbos y Quíos al Pireo, en tierra firme y cerca de la capital, Atenas. Se preveía que ayer por la tarde llegarían otras 5 mil personas. La guardia costera rescató en menos de 24 horas a 541 personas del Egeo.

Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la cifra de personas llegadas al país en lo que va de año aumentó a 502 mil. Los responsables de seguridad griegos temen que en los próximos meses la cifra ascienda a 3.7 millones.

En Alemania, miembros del gabinete advirtieron que el radicalismo de derecha y la xenofobia están aumentando en el país, tras la mayor manifestación en meses del movimiento antiislam PEGIDA, contra la llegada de los migrantes. Hasta 20 mil personas se sumaron a la manifestación.

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