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Roseburg/Washington.— Un individuo armado abrió fuego ayer en un colegio comunitario del estado de Oregon, donde murieron 10 personas y siete resultaron heridas. El agresor perdió la vida durante el enfrentamiento posterior a tiros con la policía, informaron las autoridades.
El homicida irrumpió en un salón de clase, exigió a los presentes que se pusieran de pie, que manifestaran su religión y después disparó su arma, dijo una alumna. El diario The Washington Post, que citó a testigos, dijo que el agresor llevaba aparentemente tres pistolas y posiblemente un rifle semiautomático. Las autoridades no han aclarado los motivos del agresor y dijeron que las investigaciones continúan.
El alguacil del condado de Douglas (Oregon) confirmó anoche que los muertos fueron 10, aunque horas antes otras fuentes habían asegurado que los muertos eran 13. “Esta es la mejor información que tenemos, y la más precisa”, apuntó el alguacil John Hanlin. No especificó si la cifra incluye al autor de los disparos, de quien dijo tenía 20 años, ni si el agresor se suicidó o lo abatieron los agentes. Sin embargo, otros medios, que citaron a fuentes de la fiscalía, identificaron al homicida como Chris Harper Mercer, de 26 años.
Kortney Moore, de 18 años, dijo al periódico Roseburg News-Review que estaba en una clase de redacción cuando un disparo entró por una ventana y dio en la cabeza del maestro.
El atacante ingresó en el salón y ordenó a todos que se tiraran al suelo. Luego les exigió que se levantaran, que manifestaran su religión y abría fuego.
Lorie Andrews, quien vive frente a la escuela, dijo haber escuchado lo que le parecieron fuegos artificiales seguidos del sonido de sirenas. Salió a la calle y conversó con estudiantes que salían del colegio. “Una chica cubierta de sangre salió envuelta en una manta”, dijo.
Horas después del ataque, el presidente Barack Obama, visiblemente furioso, declaró ante la prensa que Estados Unidos se ha vuelto “insensible” ante los ataques a tiros que causan numerosas víctimas y señaló que los agresores están “enfermos” de la mente.
“De alguna manera, esto se ha convertido en una rutina, las informaciones [sobre matanzas] son una rutina, mis reacciones aquí en este podio son una rutina, y lo es el debate posterior”, dijo Obama tras el tiroteo. El mandatario reiteró su apoyo a la adopción de medidas más estrictas para el control de armas y afirmó que los pensamientos y oraciones ya son insuficientes ante este tipo de situaciones, porque no impiden que ocurran de nuevo.
“Cerramos con cerrojo nuestra puerta e hicimos lo mismo con los baños; escuchamos cuatro disparos, cuyo sonido provenía de enfrente del campus”, dijo el director ejecutivo de la Fundación del CCU, Dennis O’Neill, al periódico News-Review.
La oficina del alguacil informó en Twitter que a las 10:38 le avisaron por teléfono sobre un ataque a tiros. Entonces se recomendó a las personas, por el mismo medio, que se mantuvieran alejadas de la escuela. En el día, estudiantes y profesores fueron transportados en autobús a instalaciones de la feria del condado, dijo la oficina del alguacil.
El ex rector del CCU, Joe Olson, quien se retiró en junio después de cuatro años en el cargo, dijo que la escuela carecía de personal formal de seguridad, sólo un agente en un turno. Una de las principales discusiones del año pasado en el CCU fue si sería conveniente el despliegue de agentes de seguridad armados para hacer frente a la eventualidad de un agresor armado.
En el Umpqua Community College cursan estudios unos 3 mil 330 alumnos de tiempo completo y 16 mil de tiempo parcial; se ubica en lo alto de una colina, a las afueras del centro de Roseburg, una localidad rural de 22 mil habitantes, está a unos 290 kilómetros al sur de Portland, la ciudad más grande de Oregon.
