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El cierre de hoteles y restaurantes venezolanos ha dejado una población inactiva calculada en más de cincuenta mil trabajadores, según la Asociación de Operadores Turísticos de Venezuela (Asotuv).
"La actividad turística tan importante para el país, decayó en más de un 60 por ciento, como consecuencia de la grave crisis económica que atraviesa el país", precisó Jesús Matheus Solórzano, presidente de la organización que agrupa a los profesionales del área.
En una entrevista, Matheus Solórzano señaló que la expropiación de hoteles de la cadena Hilton y de otros establecimientos importantes del ramo por parte del gobierno venezolano propiciaron un pronunciado desempleo y un colapso de la actividad.
"A ello se sumó el cierre de numerosos restaurantes de comida internacional que existían tanto en Caracas como en Maiquetía, Maracaibo, Mérida, Margarita, Puerto La Cruz y Puerto Ordaz, debido a la merma de turistas hacia Venezuela, por razones de inseguridad", dijo.
Apuntó que con el cierre de estos centros quedaron sin empleo muchos operadores turísticos, maestros de cocina, mesoneros, mucamas, botones, maleteros (cargadores), aseadoras, barmans, parqueros, músicos, recepcionistas y transportistas.
Luisa Ana Rondón, quien se desempeñaba como jefe de recepciones del hotel Caracas Hilton dijo que la situación que atraviesan todos estos profesionales es realmente crítica, pero que lo más grave es que se nota gran desinterés en recuperar el sector.
Jaime Piñango, jefe de banquetes del extinto restaurante "El Alamo" dijo que lleva unos cinco años desempleado, pero que su situación ahora es peor, por la alta inflación que padece Venezuela, "donde ningún sueldo que uno pudiera ganarse alcanza para comer".
Matheus Solórzano señaló que como dirigente gremial ha planteado la situación en numerosas ocasiones ante los diversos organismos gubernamentales que tienen que ver con el turismo nacional, pero sin lograr respuestas concretas.
"Aun así seguimos solicitando y esperando la apertura de los hoteles Aeropuerto, Meliá y Sheraton, que son los proyectos grandes que podrían generar una fuente de empleo lo suficientemente buena para capturar a la población inactiva, por lo menos la de Catia La Mar", subrayó.
Se mostró escéptico en cuanto a la recuperación del sector a corto plazo, ya que los inversionistas locales y extranjeros evitarán colocar su dinero en un negocio en el cual no se les ofrezca ninguna garantía ni seguridad jurídica.
