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Estambul.— El gobierno turco suspendió al jefe de la policía en Ankara y dos máximos responsables de la seguridad en la capital turca tras el devastador atentado con casi 100 muertos perpetrado allí el sábado pasado, informaron ayer medios locales.
El ministro del Interior apartó del cargo al jefe de la policía, Kadri Kartal, así como a los responsables de los servicios de inteligencia y seguridad, informó la agencia de noticias Anadolu. De este modo se pretende facilitar una investigación amplia del atentado más grave en la historia de Turquía. El doble atentado durante una manifestación pacifista convocada por organizaciones prokurdas causó la muerte de al menos 97 personas.
En tanto, el primer ministro Ahmet Davutoglu dijo que tanto la milicia terrorista Estado Islámico (EI) como el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) desempeñaron “un papel” en el atentado de Ankara.
El EI y el PKK se enfrentan en Siria y están considerados enemigos, lo que hizo que se cuestionara la acusación del primer ministro.
De hecho, según la prensa, la policía ya identificó a los autores del ataque, y ambos pertenecían a una red de apoyo del EI. DPA y EFE