Miles de personas ondeando banderas independentistas catalanes se manifestaron el jueves en el exterior de una corte en Barcelona para apoyar al presidente interino de Cataluña, Artur Mas, antes de declarar por la celebración de un referendo simbólico sobre la secesión de España el año pasado.

Unos 400 alcaldes partidarios de la independencia y líderes de formaciones secesionistas se unieron a Mas y al resto de su gobierno en su llegada a pie al tribunal, donde fueron jaleados por la multitud que esperaba.

Mientras Mas saludaba a los asistentes desde la escalinata de acceso al tribunal, la multitud coreaba "Independencia, independencia" y "Esta corte no nos representa".

Mas está siendo investigado por desobediencia grave, abuso de fondos públicos, prevaricación, usurpación de poder y obstrucción a la justicia. Si es hallado culpable, podría enfrentar desde una inhabilitación hasta una pena de año de prisión.

El proceso se abrió tras la consulta catalana del 9 de noviembre de 2014, que se celebró pese a estar prohibido por el Tribunal Constitucional español.

Solo la mitad de las personas con derecho a boto participaron en el referendo informal. De ellos un 80 por ciento se mostró a favor de independizarse de España.

La alianza proindependentista liderada por Mas, "Junts pel Sí", obtuvo la mayoría de los votos en las elecciones regionales del mes pasado, pero no logró suficientes para hacerse con la mayoría parlamentaria. La cita se había presentada con un referendo de facto.

La formación negocia ahora con otro partido proindependentista para intentar alcanzar una mayoría que les permita gobernar. Más prometió colocar a Cataluña en el camino de la independencia en 2017 si retiene el poder.

La declaración de Mas se produce mientras se negocia su reelección como presidente de Cataluña tras las elecciones regionales del 27 de septiembre.

Los grupos proindependentistas recibieron el 48 por ciento de los votos, frente al 52 por ciento de los contrarios a la secesión.

El dirigente nacionalista de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) fue imputado por el TSJC tras una querella presentada por la Fiscalía en relación a la citada consulta soberanista y se le acusa de los delitos de desobediencia, prevaricación, malversación y usurpación de funciones.

Ante el mismo tribunal y acusadas de los mismos cargos, declararon el pasado martes dos miembros de su Ejecutivo, la exvicepresidenta Joana Ortega y la titular de Educación del gobierno autónomo, Irene Rigau.

Durante estas comparecencias también se produjeron manifestaciones a las puertas de la sede judicial barcelonesa convocadas por independentistas en apoyo a las acusadas.

El mismo tribunal emitió entonces un comunicado en el que consideraba las manifestaciones de apoyo a los imputados un "ataque directo y sin paliativos a la independencia judicial" y un cuestionamiento que es "aún más inadmisible" cuando es diseñado por representantes públicos.

Algunos de los ciudadanos congregados hoy portaban banderas independentistas y coreaban "independencia" y "fuera, fuera, fuera, la justicia española".

España descartó la posibilidad de que Cataluña logre la secesión.

Las encuestas muestran que la mayoría de catalanes respalda el derecho a celebrar una consulta, pero están divididos casi al 50 por ciento en lo relativo a la secesión.

jlc

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