San José.— Banco Continental, poderosa empresa de Honduras que movilizó dinero de una narcomafia hondureña ligada al Cártel de Sinaloa y al fugitivo narcotraficante mexicano Joaquín El Chapo Guzmán, fue cerrado a partir de ayer por orden del gobierno de ese país en una “liquidación forzosa”, tras ser involucrado el miércoles anterior por Estados Unidos en una vasta red criminal de blanqueo internacional de capitales.
El banco mantuvo desde hace varios años estrechos vínculos financieros con el cártel hondureño de Los Cachiros, cuyos miembros fueron designados en mayo de 2013 por el Departamento del Tesoro de EU como narcotraficantes extranjeros importantes y los ligó a Guzmán y a su grupo.
La institución pertenece a Rosenthal, una de las familias de mayor poder político y económico de Honduras, ligada al opositor Partido Liberal y dueña del diario Tiempo, Canal 11, una red de televisión por cable y un conglomerado bancario, financiero, inmobiliario, agropecuario, turístico y mediático.
Jaime Rolando Rosenthal Oliva, de 79 años y jefe del clan familiar; su hijo, Yani Benjamín Rosenthal Hidalgo, de 50, y su sobrino, Yankel Antonio Rosenthal Coello, de 46 años y presidente de Marathón, uno de los principales clubes de futbol de Honduras, y sus empresas fueron señalados el pasado miércoles por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro (OFAC en inglés) como “traficantes de narcóticos especialmente designados” y siguen libres en Honduras.
Consultado por InsightCrime, fundación internacional no estatal que indaga la penetración del crimen organizado, Rosenthal Oliva admitió en junio que hizo negocios bancarios con Los Cachiros. Luego de que Rosenthal Coello cayó preso por narcotráfico el pasado martes en Florida, la familia rechazó los cargos de narcoactividad.
Los hondureños Devis Leonel y Javier Eriberto Rivera Maradiaga, líderes de Los Cachiros, huyeron de Honduras presuntamente por mar en enero de este año y se entregaron a EU. Los Cachiros —con otros miembros todavía libres en Honduras— han operado en el nororiental departamento hondureño de Colón como intermediarios del Cártel de Sinaloa, al recibir droga que procede de Colombia y Venezuela, y reenviarla de Honduras a México y Estados Unidos.
Temor. En una reacción de pánico, centenares de hondureños formaron ayer largas filas en agencias del banco para exigir sus fondos. “Queremos nuestro dinero”, gritaron, al aducir que ni son narcotraficantes ni políticos y que su dinero es fruto de trabajo honrado. El gobierno hondureño explicó que como el banco está en intervención estatal, mañana empezará la entrega de hasta 9 mil dólares a cada uno de los 220 mil depositantes, y garantizó que hay dinero suficiente.
Al designar al Continental como narcotraficante, OFAC dijo que fue “parte integral de las operaciones de lavado de dinero de los Rosenthal y ha facilitado el lavado de ganancias procedentes del narco de múltiples organizaciones centroamericanas de narcotráfico”.
OFAC dijo que “es la primera vez” que señala “a un banco” conforme a la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico (Ley Kingpin), vigente desde 2000.
El presidente del Gabinete Económico de Honduras, Marlon Tábora, dijo ayer que la sanción al Continental no afectará las relaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las agencias calificadoras de riesgo.