El Parlamento iraní dio su visto bueno al Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA en sus siglas en inglés), el acuerdo sobre el programa nuclear alcanzado entre el país asiático y las potencias occidentales, con lo que el último escollo para su puesta en marcha en Irán quedó superado.
Los parlamentarios iraníes votaron a favor de una norma que fue presentada ante la cámara la semana pasada y que habilita al gobierno a aplicar "voluntariamente" las medidas recogidas en el JCPOA y de forma "recíproca" a los pasos dados por las otras partes que firmaron el acuerdo, informa la agencia oficial iraní Irna.
La medida fue aprobada por 139 de los 253 legisladores presentes en la cámara, mientras que 100 votaron en contra y hubo 12 abstenciones.
Los diputados aprobaron el contenido general de la norma, que ahora deberá ser revisada artículo por artículo para entrar en vigor.
En virtud de la normativa, que fue presentada ante la cámara por la Comisión de Seguridad Nacional que durante las últimas semanas se encargó de revisar el texto del JCPOA, el gobierno del moderado Hasán Rohaní podrá poner en marcha el pacto siempre que eso no contradiga el juicio del Consejo Supremo de Seguridad Nacional (CSSN), el máximo órgano de defensa del país.
En la práctica, esta votación eliminó la última resistencia en el país a la aplicación del JCPOA, toda vez que el líder supremo, Alí Jameneí, la máxima figura política y religiosa del país, ya se mostró favorable al acuerdo.
La normativa obliga al gobierno a "seguir de cerca" el compromiso de las potencias del Grupo 5+1 (EEUU, Francia, Rusia, China, Reino Unido y Alemania) con la efectiva eliminación de las sanciones económicas que pesan sobre Irán, así como su apoyo al "programa nuclear pacífico" del país.
Además, todas las inspecciones a instalaciones nucleares de Irán que recoge el JCPOA deberán producirse bajo las directrices del CSSN, que podrá autorizar "caso por caso" inspecciones a centros militares y entrevistas con científicos iraníes si son necesarios.
El debate en el Parlamento, donde se encontraban los más duros enemigos del JCPOA y de cualquier otro acercamiento con Occidente en el país, no estuvo exento de tensiones y durante el mismo se llegaron a producir amenazas de muerte contra el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, presente en la cámara y principal artífice del acuerdo.
El Parlamento iraní estableció la comisión para estudiar el JCPOA y valorar su contenido apenas se anunció su consecución en Viena el pasado 14 de julio.
Esta comisión obedecía a una ley votada en junio según la cual los diputados iraníes deberían dar su visto bueno a cualquier acuerdo nuclear con Occidente.
A principios de septiembre, Jameneí pidió a expertos, juristas e intelectuales del país analizar y dar su visión sobre el JCPOA y al Parlamento, ratificar o rechazar el mismo.
"No doy sugerencias al Parlamento para que ratifique o rechace el JCPOA. Está entre sus responsabilidades estudiarlo y tomar la decisión apropiada", señaló entonces el líder.
Ese pedido coincidió con el anuncio del presidente de los Estados Unidos Barack Obama de que contaba con los votos suficientes en el Senado de su país para evitar que la oposición republicana pueda derribar el veto que el mandatario dijo que impondría a cualquier intento de anular el acuerdo nuclear.
La insistencia del Parlamento iraní en dar su palabra sobre el JCPOA no fue bien vista por el gobierno de Rohaní, que no dejó de señalar que es innecesario que el Parlamento se pronuncie sobre el acuerdo, ya que al hacerlo convertiría las previsiones del pacto en una ley para Irán, lo que no ocurriría en ninguno de los otros países signatarios del mismo.
jlc