La disposición de Portugal para acoger a una parte de los refugiados que se agolpan en las fronteras europeas es contestada por diferentes iniciativas ciudadanas que lograron miles de firmas contrarias a la recepción de estos inmigrantes.
Mientras que el Gobierno luso, de signo conservador, y el jefe del Estado, Aníbal Cavaco Silva, se mostraron favorables a prestar ayuda, una petición pública realizada a través de internet bajo el título "No a los refugiados en Portugal" se acercaba hoy a las 10 mil firmas.
Otra petición lanzada en la misma plataforma y de contenido similar, cuyos impulsores justificaron su rechazo por la delicada situación económica y social del país, superaba también las 6.000 firmas.
"No es justo, e incluso supone una afrenta para los portugueses que viven miserablemente y para aquellos que viven cargados de impuestos varios" , reza el texto, que recuerda que el país necesitó de un rescate financiero, aprobó severas medidas de austeridad y vio emigrar a cientos de miles de compatriotas en los últimos años.
La popularidad de estas peticiones se reflejó también en las redes sociales, especialmente en Facebook, donde vídeos e imágenes contrarios a que Europa dé asilo a los refugiados registraron miles de "Me gusta" y centenares de comentarios.
Por el contrario, una iniciativa similar colocada en la misma plataforma de internet para recoger firmas apenas contaba con 2.000 apoyos hasta el momento.
El Gobierno de Portugal -país con una población de 10,5 millones de habitantes- liderado por el primer ministro, Pedro Passos Coelho, tenía previsto recibir a cerca de 1.500 refugiados, un número que ya la semana pasada se mostró dispuesto a elevar junto al resto de sus socios comunitarios.
Ayer mismo el presidente portugués declaró que su país debe acoger a una parte de estos inmigrantes llegados en su mayoría de países en conflicto en Oriente Medio, aunque siempre "dentro de sus posibilidades" .
A menos de un mes para las elecciones generales, el tema también se coló en la precampaña y el líder de la oposición, el socialista António Costa, defendió que Portugal puede ofrecer trabajo en el sector de la agricultura a una parte de los refugiados que se agolpan en las fronteras europeas, lo que en su opinión ayudaría además a combatir la despoblación del interior.
A nivel político, todas las formaciones con escaños en el Parlamento luso se mostraron a favor de prestar ayuda a estos inmigrantes.
