Berlín/ Viena.— Mientras la canciller alemana, Angela Merkel, exigió solidaridad de otros países europeos para hacer frente a la crisis migratoria, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, llamó a los inmigrantes a que dejen de viajar al norte de Europa a través de su país y reiteró su rechazo a la inmigración de musulmanes.

Tras un fin de semana en el que 20 mil inmigrantes arribaron a Alemania desde Hungría en tren, autobús y a pie, el gobierno alemán acordó un paquete de medidas que incluyen miles de millones de euros para apoyar a los refugiados. El Estado federal aumentó los medios en el presupuesto 2016 en 3 mil millones de euros. Además, los estados federados y las comunas recibirán otros 3 mil millones de euros, según el documento aprobado ayer.

Merkel afirmó en una conferencia de prensa en Berlín: “Estoy feliz de que Alemania se haya convertido en un país que muchas personas ahora asocian con la esperanza”. Pero reprochó a los socios de la Unión Europea (UE) que su país ha resistido la presión para acordar cuotas para refugiados.

“Eso no funcionará en el largo plazo. Habrá consecuencias aunque no queramos”, agregó.

En ese sentido, el primer ministro británico, David Cameron, anunció que su país acogerá a 20 mil refugiados de Siria en los próximos cinco años y el premier de Australia, Tony Abbott, prometió que su gobierno “tiene la firma intención de recibir a un número significativo de migrantes de Siria este año”, pero omitió precisar una cifra.

Chipre, por su parte, anunció que su país está dispuesto a aceptar unos 300 refugiados, pero que preferentemente deberán ser “cristianos ortodoxos”. Mientras que Dinamarca publicó ayer un aviso en varios periódicos del Líbano para desalentar a los refugiados a viajar a su país.

“Dinamarca ha decidido incorporar medidas más estrictas para los refugiados”, reza el aviso, que además indica que el país ha recortado sus fondos para refugiados “hasta 50%”.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, tiene previsto desvelar mañana sus nuevas propuestas sobre cómo distribuir refugiados entre los estados miembros. Una fuente de la UE dijo que bajo este plan, Alemania aceptaría a más de 40 mil personas y Francia a 30 mil entre las 160 mil que la Comisión dice que necesitan ser reubicados desde Italia, Grecia y Hungría.

En tanto, en Roszke, en la frontera de Hungría con Serbia, unos 300 inmigrantes traspasaron el cordón alrededor de un campamento de recepción y avanzaron por la autopista hacia la capital, Budapest, dijeron testigos. La policía no pudo evitar su escape pese a usar gas pimienta cuando los inmigrantes se enfrentaron a los agentes. El ministro de Defensa húngaro, Hende Csaba, dimitió porque las fuerzas armadas están tardando mucho en levantar una valla fronteriza.

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